300
Entretenida película épica, enmarcada en el Péplum, según la calificación del insigne Rafael de España en su excelente libro: “El Peplum. La antigüedad en el cine”.No es un remake de “El león de Esparta”, muy bonita película dirigida por Rudolph Maté en el año 1961, con Richard Egan de protagonista, sino del célebre y excelente cómic de Frank Miller.
Y se nota, para bien y también para mal.
Hay que dejar claro que, al menos en mi opinión, se pasa muy bien el rato pues contiene todo lo que de ella se podía y debía esperar: espectacularidad, violencia, heroísmo, amores, lealtades, amistades, traiciones, y también dosis de sadismo y crueldad. Todo ello lo maneja bastante bien Snyder, que ya nos había deslumbrado en su anterior trabajo “El amanecer de los muertos”, película ya de culto entre los amantes del cine de terror.
Aquí, en “300”, la narrativa no tiene, como se podía esperar, tanta importancia como el trabajo visual. Este aspecto, su cuidada y esmerada escenografía, es de vital importancia, pues todo se supedita a ella.
La fotografía, de diferentes tonalidades según sean los acontecimientos y horas en las que suceden los acontecimientos, el sincopado montaje y la dirección artística, quieren y creo que lo consiguen en gran manera, ser fieles a su original, a la obra de Miller.
Y es ahí donde, quizás, esté el único punto negativo del filme, que no se aparta casi nada del cómic, por lo que pierde algo de frescura y, sobre todo, originalidad e imaginación. Creo que se debería, al menos haberlo intentarlo, crear algo nuevo que fuera estrictamente cinematográfico y no fuera casi un calco del mundo de las viñetas, por muy atractivo que este fuera.
Pero dejando esto aparte, que al fin y al cabo es una opinión absolutamente subjetiva, la cinta se degusta con placer, siempre que gusten las historias épicas llenas de sangre, sudor y lágrimas.
Se toma su tiempo hasta llegar a la batalla de Las Termópilas y los personajes creo que están bien desarrollados, aunque ciertos aspectos históricos brillen por su ausencia, cuando no resultan extraños y hasta poco creíbles.
Como que el personaje de Dillios diga a sus compatriotas al final de la película que ha pasado un año (eso creí entender) desde la famosa batalla de los 300 y ahora se volverán a ver las caras con el numerosísimo ejército persa. Bien, de acuerdo, pero…¿qué ha hecho desde entonces ese cruel ejército? ¿dónde ha estado metido? ¿Se han quedado cruzado de brazos esperando que los ejércitos griegos se recompongan?. No sé, algo no me cuadra.
En cuanto a la música, en las escenas familiares, se nota muchisimo la influencia de “Gladiator”. Tanto que creo que es casi casi un plagio.
Pero bueno, yo lo pasé francamente bien, aunque no me sorprendiera absolutamente nada y la viera con total tranquilidad y quietud. Tanta que creo que no tardaré mucho en olvidarla.
En cuanto a la polémica surgida en Irán, antigua Persia, no sé el motivo exacto por el que se habrán enfadado. Parece ser que es porque se les retrata como demasiado crueles y malvados. Si es así, creo que no es para tanto. También a los españoles, ingleses, estadounidensee, franceses, alemanes, rusos, japoneses….etc, etc, se les ha retratato así en otras películas.
En lo que sí podrían haberse enfandado un tanto es en la frasecita de Dillios al final de la película, donde dice algo así como que hay que acabar con los persas y así con su misticismo y no sé qué otra cosa más. Eso, lo del misticismo, claro está, es cosecha de los tiempos que corren. Una opinión con la que muchos estarán de acuerdo, pero que hay que entender que pueda tocar las narices y otras partes del cuerpo a un buen número de seres humanos, por ejemplo a los iraníes actuales. O quizás no.