Esos defectillos, no tan grandes como puede parecer por mi comentario, no impiden que el espectador se pase dos horas entretenidísimas, de puro espectáculo cinematográfico en la que será sin lugar a dudas una de las películas más recordadas de este a

★★★★☆ Muy Buena

300

Se trata de una de las películas más esperadas por los aficionados de todo el mundo y yo no podía dejar escapar la oportunidad de verla con tres semanas de antelación, merced a la invitación enviada por Warner Bros España y por muchocine.net

La expectación era palpable en la sala y no era para menos: “300” se basa en un prestigioso cómic del no menos prestigioso Frank Miller y está dirigida por Zack Snyder, cuya primera película, “Amanecer de los muertos“, supuso una estupenda carta de presentación.

La historia es, para muchos, de sobra conocida pero aún así evitaré desvelar demasiado. Estamos en el año 480 AC y el inmenso ejército persa liderado por Jerjes (Rodrigo Santoro) se prepara para atacar Esparta. Con ciertos problemas políticos que le impiden reunir a todo su ejército, Leónidas rey de los Espartanos (Gerard Butler) reune a 300 de sus mejores hombres y se prepara para hacer frente a los persas en un estrecho paso conocido como las Termópilas. El resto es historia, pero si no la conoces no te preocupes porque no hace falta.

Si algo está levantando expectación y va a dar que hablar en la película es su tratamiento visual. Ya he oído de todo al respecto: que si son dibujos animados, que si todo es por ordenador, que si son decorados pintados… Mi recomendación es que no penséis en todo eso y simplemente os dejéis llevar por el festín de imágenes espectaculares y llenas de fuerza que inundan la película. No hay momento en toda la proyección en el que no haya una imagen impactante y poco importa si están generadas por ordenador o no; el resultado es perfecto visualmente.

En cambio de lo que se está hablando poco es de otros aspectos que a mí me han parecido sobresalientes. El sonido, por ejemplo, es impresionante. Las tormentas, el avance del ejército de Jerjes o las voces como truenos en el campo de batalla, retumban en los oídos como pocas veces, llegando a mezclarse en algún momento con la impresionante banda sonora de Tyler Bates, que no sé cómo funcionará sin el apoyo de las imágenes pero, desde luego, oída en la película es de las más memorables de los últimos tiempos.

Otro aspecto que tal vez llame menos la atención, como suele suceder en este tipo de películas, es el interpretativo. Hay que aplaudir la labor de casting porque los actores se ajustan a sus personajes como un guante.

Gerard Butler, un actor al que siempre me pareció que le faltaba algo de fuerza, pone toda la carne en el asador y compone un Leónidas durísimo y justo a la vez, con un código del honor irreprochable (para un Espartano, claro). Su voz, su presencia, su carisma en pantalla nos hacen entender que estamos ante un rey al que cualquiera seguiría hasta el mismo infierno. Sirva como ejemplo la foto inferior en la que la mirada de Butler, sólo comprensible para los que hayan visto la película o leído el cómic, dice más que mil palabras.

A su lado, una Lena Headey bellísima, dándole toda la fuerza de carácter imaginables en la Reina de Esparta. Su personaje, de los que haría que un hombre se enfrentase a un ejército sólo para protegerla, protagoniza la historia paralela en Esparta que se intuía pero no se contaba en el cómic original. Esta historia está muy bien introducida y tiene tanto interés que se echa en falta que no comience antes de lo que lo hace, porque además sirve de reposo entre las batallas y ayuda, por tanto, a modular el ritmo de la película.

El resto del reparto cumple a la perfección con sus papeles pero me gustaría destacar la imponente presencia de Rodrigo Santoro como Jerjes (ver foto superior). Presencia que, además de por la interpretación del actor, está lograda de dos formas. La primera es lo bien creados que están los efectos especiales que nos lo hacen aparecer como un Rey de más de dos metros de altura, enorme frente a Leónidas (ya de por sí alto y robusto). La segunda, es la tremenda transformación física del actor, un guaperas de los de verdad, al que cuesta reconocer con el maquillaje y el retoque digital.

Pero no me ha parecido una película perfecta así que mencionaré los defectillos que le veo que se deben más a sensaciones que a elementos objetivos. Y mi sensación es que, en determinados momentos, la película es demasiado excesiva y provoca una cierta saturación de estímulos en el espectador.

Por otro lado, en mi opinión todo lo que la cinta tiene de adrenalínica le falta de pura emoción. Asistimos a las batallas con los sentidos completamente obnubilados por el festín visual, pero eso nos impide emocionarnos o que nos preocupemos realmente por el devenir de dichas batallas o de sus protagonistas. Hablando de las batallas, creo que no hubiese pasado nada si una de ellas hubiese sido recortada ligeramente en la sala de montaje.

Pero esos defectillos, no tan grandes como puede parecer por mi comentario, no impiden que el espectador se pase dos horas entretenidísimas, de puro espectáculo cinematográfico en la que será sin lugar a dudas una de las películas más recordadas de este año y que demuestra que Zack Snyder está llamado a convertirse en uno de los directores más importantes de principios de siglo.
publicado por Jeremy Fox el 9 marzo, 2007

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