American Gangster
Son muchas las películas que se hacen con la premisa de pasar un buen rato entre amiguetes y hacer cine de paso. En esta dos viejos conocidos: Denzel Washington (cambiando el papel de bueno y malo en esta ocasión) y Ridley Scott (Gladiator, Un Buen Año). Lo malo de estas viejas amistades es que a veces el colegueo no es suficiente para que todo vaya sobre ruedas.
Impecable guión sobre dos individuos que fueron capaces de hacerse a si mismos. Uno desde la ilegalidad y otro desde una honradez que resulta hasta ridícula. American Gangster ilustra el advenimiento de uno de los mayores narcotraficantes de Nueva York y la persecución desmedida de un policía mediocre para hacer lo correcto. Una historia muchas veces contada pero pocas con tanto entusiasmo y medios. Un gran guión y mucho dinero para poder pagar los mejores actores que se ponen en la piel de estos dos personajes (que posiblemente lleven también alguna nominación) y a un buen puñado de secundarios (como Cuba Gooding Jr que aparece cuando menos te lo esperas en cualquier producción) pero quizás una falta de originalidad, riesgo y ritmo. La principal pega es que es tan correcta que resulta predecible y en ocasiones aburrida.
De una parte Fank Lucas pasa de hombre de confianza y chofer de un mafioso a ocupar el hueco que dejará tras su muerte gracias a una operación de drogas muy arriesgada. Lo curioso es que este “don nadie” no llama la atención sobre sí mismo y su gran organización y gracias a ellos sobrevive con una cierta inmunidad incluso dentro de la propia corrupción que le rodea. De otra parte Richie Roberts es un poli algo desgarbado que tiene demasiados principios con su profesión y demasiado pocos para otras cosas. De esta forma cuando su vida personal se va del todo a pique y su mejor amigo del cuerpo acaba en una mesa de forense decide enmendar los errores y cazar al mayor narcotraficante de las calles. Hay dos cosas que unen a estos dos personajes y es precisamente sus férreos principios éticos. Su fidelidad y lealtad a esta forma de vida determinarán sus decisiones que conducen al desenlace, que para mi gusto es bastante obvio y rastrillado pero es lo malo de basarte en hechos reales, que la historia viene marcada de fábrica.