Gran Torino
El Gran Torino es un Ford con un motor de 400 Pulgadas cúbicas, una caja de cambios C-6 y una potencia de 270 C.V. Además es un coche al que tenemos cierto cariño, fue el compañero de aventuras de Starsky y Hutch, por poner un ejemplo, y ahora el objeto de deseo de la última cinta de Clint Eastwood.Walt acaba de perder a su mujer. Es un viejo amargado y cascarrabias que comprueba como el vecindario se ha convertido en su particular “Chinatown”. Para él, un excombatiente de Vietman todos los férreos principios americanos se están desmoronando y, ahora que además está solo, la cosa se pone mucho peor.
Cuando una banda empieza a molestar a los vecinos interviene e inconscientemente se convierte en el héroe local comenzando una nueva amistad con tao, el hermano menor.
Gran Torino no es, ni mucho menos una película sorprendente, al contrario es extremadamente ortodoxa, sobria y elegante en todos los aspectos técnicos (incluyendo la canción final como remate a una “posible despedida delante de las cámaras”). Pero sobretodo la nueva cinta de Clint es un revés a todo lo que había establecido, tras visionar el trailer cabe esperar una reflexión sobre el racismo y la violencia pero al final se convierte en una historia mucho más pequeña y simple sobre la vejez y la redención.
Walt, Tito Clint para los amigos, es un viejo gruñón y cascarrabias, un tipo de costumbres que es consciente de que se encuentra al final de su vida. Sus errores, sobre todo los familiares, le atormentan y en la figura de Tao acaba viendo la salida para enmendar los más graves errores cometidos.
En el guión obviamente deja hueco de sobra para que sus salidas de tono racistas tengan una contrarréplica en clave de humor y decidir volver a actuar es un regalo muy agradable ya que pocos actores actuales con la edad del señor Eastwood podían dotar al personaje del carisma necesario para mantener la dignidad e integridad sin caer en lo soez de muchas situaciones. (¡Coñe, que el tipo es Harry el Sucio!)
El conjunto es una cinta sobria, fácilmente visionable y con regusto a “savoir faire” donde cada elemento está diseñado para encajar en el engranaje general. Una vez más otra gran cinta del señor Eastwood.
Lo mejor: El pack completito.
Lo peor: El proceso de integración china, se hace un poco pesado.