Retrato de una obsesión
Como bien dice su subtítulo esta película es "Un retrato imaginario" de la vida de Diane Arbus.Basándose en una mezcla de realidad y ficción, Shainberg nos presenta un retrato del viaje de Diane desde su vida acomodada y "normal" hasta esa época de búsqueda de la belleza menos convencional en los lugares más insospechados.
Así, al principio de la película vemos a Diane (Nicole Kidman) trabajando como asistente de su marido, fotógrafo de anuncios publicitarios, quién anima a su esposa a realizar fotografías por su cuenta. Un día, Diane ve por casualidad a un vecino que acaba de mudarse y este enigmático personaje despierta en ella tanta curiosidad que decide empezar con él su proyecto fotográfico particular. Tras un par de visitas Diane comienza a sentirse atraída por Lionel (Robert Downey Jr.) y todo lo que le rodea. Comienza a huír poco a poco de su cuadriculada vida para rodearse de todo aquello de lo que sus padres (demasiado protectores) la han alejado toda su vida. Y nace así una historia de amor que huye de los clichés y se basa en el mutuo entendimiento de dos personas que a primera vista resultan totalmente diferentes.
Podría parecer que es la típica historia de "chica guapa se enamora de chico rarito a pesar de sus rarezas" pero nada más lejos de la verdad. En el film, es la inusual condición física de Lionel lo que llama la atención de Diane, dejándonos ver que la belleza está en los ojos del que mira. "Retrato de una obsesión" es una historia sobre cómo la sociedad puede influir en las personas haciendo que tengan que esconder su verdadera personalidad y un homenaje a la gente que aprecia lo que otros desprecian y encuentra belleza en lo que hace huír a otros.
El reparto también merece una mención especial. Hacía tiempo que no veía tan bien a Nicole Kidman, esa Nicole que con solo una mirada o un gesto es capaz de ir un paso más allá del guión y mostrarnos aspectos del personaje que los diálogos no alcanzan. Y Robert Downey Jr. me ha sorprendido gratamente, se pasa toda la película con la cara (y el cuerpo) totalmente cubierta de pelo y aun así consigue crear un personaje enigmático y atractivo. Quizá no sean interpretaciones de las que ganan Oscars pero son de las que se quedan en la memoria.
Y si a todo esto le sumamos una cuidada realización, una fotografía en la que cada detalle cuenta en el desarrollo de la historia y una banda sonora increíble en la que Carter Burwell utiliza el piano para crear una atmósfera intimista y melancólica tenemos como resultado una metáfora genial del viaje interior hacia el descubrimiento de la inspiración de Diane, su liberación de las ataduras de su familia (y los prejuicios sobre el arte y la belleza de la sociedad en general) y la búsqueda de una expresión artística propia, más allá de los estereotipos de la sociedad. Una película llena de guiños a la verdadera historia de Diane (como los campamentos nudistas) que no es una biografía real, que no muestra el típico romance y que es poco recomendable para aquellos que no estén preparados para acercarse a lo "bizarro" o "inusual" pero que merece un aplauso por su audacia y originalidad.
Vamos, que a mí me ha encantado.