Un puente hacia Terabithia
‘Cierra los ojos y abre la mente’. Frase importantísima que tenéis que tener presente a la hora de ver esta película. La utilizan los protagonistas de esta historia para imaginarse, con asombrosa realidad, el mundo fantástico de Terabithia, y, la verdad, parece un consejo para el espectador.Es evidente que para disfrutar de esta cinta hay que estar abierto plenamente a lo que nos cuenta su director Gabor Csupo, por obra y gracia de la escritora del best-seller inspirador, Katherine Paterson.
Es fundamental que no os quedéis con lo fácil, no dejaros llevar sólo por la parte visual del invento, sino que vayáis más allá, es decir, que profundicéis en la narración, para poder captar así los mensajes de amistad, humildad, nobleza, resignación o entereza que nos lanza la cinta durante los 95 minutos que dura.
De todas maneras hay que tener claras dos cosas antes de ir a verla: primero, que estamos hablando de una película contada por niños y para niños, en la que los personajes adultos sólo están presentes para dar el contrapunto realista, y poco imaginativo, al relato. Aún así, la película se disfruta tanto por los peques de cierta edad, diría yo que a partir de 8 años, como por los mayores con la mente ‘abierta en canal’.
Y, segundo, que no es una película desbordante de efectos especiales con texto de relleno. Es precisamente al revés: se trata de una historia cotidiana con abundantes llamadas de atención, cuyo pequeño metraje de elementos fantásticos son representados por los justos y necesarios FX. Así que los fanáticos de los efectos especiales que teníais pensado ir al cine a ver esta película, animados por unos trailers que considero engañosos, y por una promoción basada en la frase publicitaria ‘de los productores de Las Cronicas de Narnia’, absteneros de hacerlo porque el rollo no va por ahí.
Con todo esto metido en vuestro disco duro mental, la película os parecerá entretenida, en algunos momentos encantadora, aunque al final pensaréis que le ha faltado un par de puntos de hervor para considerarla como un producto Disney con posibilidades de convertirse en un ‘clásico’, como llama ahora esta compañía, en sus ediciones DVD, a sus viejas rentas exitosas y a sus nuevos pelotazos taquilleros.
Ya os comenté que había leído por ahí que la crítica norteamericana había comparado esta cinta con ‘El Laberinto del Fauno’ en cuanto a que ambas mezclan fantasía y realidad. Como dice el refrán las comparaciones son odiosas, y en este caso se hacen más patentes, porque el planteamiento de ‘Un puente hacia Terabithia’ es mucho más blanco, inocente y dulce que la premiada historia de Del Toro.
Aquí son dos los niños imaginativos, con un precioso y enigmático bosque por medio, y su capacidad de invención es mucho más ‘light’. Es verdad que viven una realidad mediocre y que sus miedos se reflejan en cada uno de los personajes y elementos del entorno de su mundo fantástico, del que son dueños, pero las circunstancias en las que viven Jessie y Leslie no son igual de duras que las de Ofelia.
Vamos que la historia es distinta. Se trata de una película que os recordará vuestros tiempos de niñez, y os sentiréis en muchos momentos identificados con los dos protagonistas del relato, que son las estrellas indiscutibles de la película.
A Josh Hutcherson ya lo habíamos visto en ‘Zathura, una aventura especia’, más pequeño, y apuntaba maneras con su interpretación del típico hermano mayor desagradable y caprichoso que muchos habréis tenido. Aquí hace un convincente papel de niño discriminado por su clase, de una gran timidez que esconde tras sus logrados dibujos, y que por circunstancias del destino encuentra su alma gemela, en versión femenina llamada Leslie, que interpreta AnnaSophia Robb.
A AnnaSophia Robb la vimos en ‘Charlie y la fábrica de chocolate’ como la chirriante masticadora de chicle Violet, y ahora más crecidita, aún más guapa, y con un asombroso parecido a Keira Knightley, hace un papel igual de convincente que el de su compañero: una estrafalaria estudiante cuya personalidad y desbordante imaginación arrastra a Jessie al mundo de Terabithia. La conexión entre ambos actores/personajes es ideal.
Casi siempre hay un ‘pero’ en esto de las críticas, y para mí son varios. Hago recuento: determinados momentos de la trama se hacen un pelín largos, hasta el punto de parecer innecesarios. Otros pocos son inconexos, lo cual también les hace parecer innecesarios.
Lo mismo ocurre con un hecho importante de la película, bastante triste, que no puedo desvelar; yo personalmente lo sentí fuera de lugar, justificable sólo para cubrir la cuota dramática del producto, y sacar el espectador la lágrima fácil.
Y por último, una de las persecuciones en el bosque parece estar hecha con prisas en cuanto a los FX, lo cual, al nivel que exige hoy el público, es un punto negativo.
Después de todo, el balance que se saca es positivo. Como mínimo se ha conseguido una película que cubre la necesidad básica de todo espectador cinéfilo: pasar un rato entretenido. Y esto queridos amigos se está convirtiendo últimamente en una virtud que escasea.