Obras en Casa
En la comedia hay algunos temas muy recurrentes, explotados hasta la saciedad por las diversas cinematografías, pero que por algún extraño capricho del destino consiguen casi siempre su objetivo: triunfar en taquilla. No cabe duda que uno de ellos es las reformas domésticas, algo que en la vida real puede ser el peor de los dramas, pero que en la gran pantalla siempre adquiere tono de comedia.Da la casualidad que a finales del año pasado se estrenó otra comedia francesa que abordaba el mismo asunto, La Casa de tus Sueños. Ambas fueron sendos taquillazos en el país galo, pero en el nuestro la primera pasó sin pena ni gloria. Ahora le toca el turno a Obras en Casa, aunque la pregunta del millón es ¿aportará algo nuevo o es más de lo mismo? Desgraciadamente, la película de Brigitte Roüan no ofrece ningún incentivo especial que justifique su visionado. Por el contrario, por la pantalla desfila un sinfín de situaciones supuestamente cómicas que harán sonrojar de vergüenza ajena al espectador más pintado. Las escenas se suceden atropelladamente, como si el argumento sólo fuera el pretexto que sirve para rellenar entre gag y gag. El guión no es más que una mera excusa para el lucimiento de una Carole Bouquet en pleno ataque de histerismo, lo cual debe provocar sonoras carcajadas entre el público francés. Llegados a este punto, y dado el tipo de comedia que nos llega de Francia, la conclusión más evidente es que una de las cosas que no compartimos es el mismo sentido del humor. Sin embargo, la película tiene un punto positivo, y es que no todo podía ser horroroso. Obras en Casa también aborda el asunto de la inmigración ilegal, y pretende transmitir un mensaje de tolerancia y convivencia en armonía. La palabra clave es pretende, ya que Brigitte Roün se sirve de la presunta denuncia social para convertir a los inmigrantes ilegales en víctimas de sus chistes malos.
Obras en Casa es una comedia que explota un formato gastado, y lo hace sin ofrecer nada nuevo. Lo que resulta más increíble de todo, es que después de ver cintas como ésta, uno acaba por recordar con cariño y añoranza aquella gamberrada de Esta Casa es una Ruina, y a echar de menos al Tom Hanks patoso y payaso.
Lo mejor: Por lo menos es corta,
Lo peor: Ser tan repetitiva,