Los Crímenes de Oxford
Si bien es cierto, iba con cierto miedo al cine a ver la última obra del amigo Álex ya que todavía tenía en mente aquel espantoso trailer (con su horrendo montaje), aunque también con cierto grado de esperanza dado el visto bueno de algunas personas de confianza cinéfila que ya la habían podido visionar.Y aunque tiene algunos detalles que no me convencen, estamos ante un film con un ritmo, una narración y una dirección ciertamente remarcables. Una vez más, De la Iglesia (1) demuestra lo buen artesano que es y creo que no es descabellado afirmar que es uno de los directores con más sentido del ritmo y más ágiles del panorama nacional, además de ser un muy buen narrador en imágenes y ante todo, un tio con personalidad ante la cámara.
Entre las muchas cualidades de “Los crímenes de Oxford“, destaca el hecho de ser una cinta tremendamente humilde, para nada pretenciosa y propone (dejando de lado una irregular trama) una relación profesor-alumno ciertamente trabajada e interesante. De la Iglesia ,en este film, se decanta por un discurso clásico, cosa de agradecer, y que dota a las imágenes de cierta elegancia, pero sin dejar de lado su estilo propio, siendo capaz de dejar ciertos (poquitos) toques muy suyos. Álex siempre ha sido fiel a su lado más friki.
El realizador vasco, en su film, rinde un claro homenaje al gran maestro del género (Hitchcock), con temas tan afines a su figura como el falso culpable, la rubia y la morena (femme fatale), la sensualidad, el desamor y como no, el Mc Guffin. Pero además, se marca un plano secuencia en el primer asesinato, simplemente memorable, de aquellos de orgasmo garantizado, el Orson Welles español vamos xDD.
Y es que el trabajo del gordo y de los actores está muy por encima de lo que el guión ofrece, sobre todo en su tramo final, en donde se desdibuja todo un poco. Es evidente el interés que posee la trama de la cinta acerca de la búsqueda de la verdad mediante métodos racionales pero resulta un poco inverosímil que un experimentado profesor y un alumno pendiente de su tesis mantengan, en un primer término de las cinta, discusiones aclaratorias (dedicadas a un amplio público) que tendrían que tener más que sabidas dada su condición. Claro está, todo ello resta bastante credibilidad a esa parte de la cinta y sus personajes. Aún así, la cinta mantiene perfectamente la atención del espectador gracias a una notable estructura narrativa. Seamos claros, la novela (y su guión adaptado) es muy mejorable, pero mucho peor era lo que presentó Goldsman a los mandamases de Sony titulado algo así como “El código Da Vinci” xD.
Tanto John Hurt como Elijah Wood están estupendos, pero sobre todo el primero, con una destacable presencia en pantalla. Ellos son medio film. Michael Caine (primera opción de De la Iglesia para el papel del profesor Seldom) también podría haberlo hecho fabuloso, pero desde luego, John Hurt está a la altura de las circunstancias.
Igualmente estupendos están los secundarios como Julie Cox y Leonor Watling. Sobre ésta, decir que De la Iglesia convierte su personaje en un icono sexual difícil de igualar. A pesar de tener un personaje puramente de “chica florero”, la Watling trasmite perfectamente lo que su personaje significa: sexualidad, carnalidad, calidez. Escenas como las de squash o la del delantal, no tienen demasiado peso en la trama global, pero, sin lugar a dudas, suponen todo un disfrute para el espectador masculino o lésbico. Qué portento de mujer! No obstante, no hay química alguna entre Watling y Wood, y eso tristemente se nota. En cuanto al francés Dominique Pinon, tiene un papel importante aunque casi testimonial para el conjunto.
Otras cosas a destacar son la elaborada partitura de Roque Baños deudora del maestro Herrman, repleta de instrumentos de cuerda. Uno de los compositores españoles que más me gustan, junto con Alberto Iglesias. La fotografía de Kiko de la Rica -del cual me encantó su excelente trabajo en “Lucia y el sexo“-, muy acorde y eficaz.
La película es una muestra más del talento tras las cámaras de Álex de la Iglesia pero también lo es de la imperfección -a nivel global- que rodean algunas de sus películas, pues no acaban de ser redondas. Quizás le falte una pizca de canallismo a la cinta y quizás también un libreto con un mejor acabado, pero nadie le quita lo bien dirigida y contada que está.
(1) Siempre me ha parecido un realizador capaz de lo mejor y de lo peor. Creador de cintas tan interesantes como “Crimen Ferpecto” (con una parte inicial trepidante y magistral), “La comunidad” (excelentemente rodada y llena de frikismo), “Perdita Durango” (su primer y buen salto internacional) o su corto de lo más cachondo “Mirindas asesinas” (genial Álex Angulo xD), pero también de obras menores como la infumable “800 balas” o de otras menos interesantes de lo que se prediga por ahí: “El día de la bestia” (que no aguanta posteriores visionados, bajo el humilde punto de vista de un servidor).