Un Corazón Invencible
Para el que escribe este texto, Winterbottom siempre ha sido sinónimo de riesgo cinematográfico, calidad y ritmo. Suyas son algunas de las mejores cintas de los últimos años (”24 hour party people” entre otras) , las cuales uno considera todo un ejemplo de virtuosismo cinematográfico. Pero a parte de ser un cineasta puramente experimental, cabe destacar también, que muchas de sus obras no están exentas de un compromiso social tan necesario como interesante.A diferencia de las excelentes e interconectadas temáticamente “In this world” y “Camino a Guantánamo“, “Un corazón invencible“, la cual podría considerarse como el cierre a esta pseudotrilogía sobre Oriente Medio, no prosigue la senda e intenciones de las anteriores, erigiéndose como un film interesante pero a la postre ciertamente fallido.
Mientras en las primeras cintas, el carácter documental se fusionaba con la ficción de forma totalmente invisible y acertada, con actores no profesionales y con un tono realmente duro y sin concesiones, en el film que comentamos, no es así. “Un corazón invencible” posee momentos bien rodados y con cierto ritmo, sobre todo los filmados en vídeo digital y por como se mueve entre secuencias paralelas en los inicios del film, recordando al mejor Winterbottom, sin embargo, lo que prometía como algo muy interesante y no demasiado estereotipado, vemos como se va transformando en un film falto de carácter y en definitiva de trazos muy comerciales. El resultado final es a todas luces insatisfactorio y sin lugar a dudas, estamos ante la cinta más comercial de la filmografía del cineasta.

Winterbottom parece haberse subido a esa estúpida moda (muy del gusto de Iñarritu y compañía) de transformar (contra peor vestido y peinado vaya mejor) a un actor/actriz famoso y pretender que nos creamos su farsa de personaje. Y ese es uno de los grandes errores de la cinta, el hecho de haber incluido en el casting a perlas como Angelina Jolie o Will Patton, lo cual despoja totalmente de algún tipo de credibilidad a la cinta.
Pues la película por momentos (sobre todo en la parte final) parece pensada solo por y para lucimiento de la mujer de Brad Pitt y eso es impropio de alguien como Winterbottom.
Reconozco que Angelina no es santo de mi devoción y siempre me ha parecido una floja actriz, pero no está de más comentar que en ésta no está tan mal como en sus anteriores obras, cosa de agradecer. En cuanto a Will Patton, la otra cara visible y más famosa de la cinta, ¿quién iba a decir que cambiaría a Bruckheimer por el sr Winterbottom?, madre mia!.
Dejando de lado las actuaciones, que serían mucho más autenticas si fueran de gente no profesional, aunque solo fuera por motivos de autenticidad y como apoyo al estilo documental que pretende vendernos; el montaje de la cinta, como en la mayoría de films del inglés, es realmente acertado usando técnicas que van desde las acciones paralelas, las escenas fragmentadas o un uso de flashbacks bastante interesante.

Si mientras en “Camino a Guantánamo” o “In this world” mostraba la injusticia americana ya sea vía las cárceles de carácter dudoso en Guantánamo, con tratos de lo más vejatorio e intolerables a los presos, o bien vía la odisea de dos jóvenes refugiados afganos al intentar escapar de su país durante los primeros bombardeos americano, en “Un corazón invencible” es la cara contraria, es la de la injusticia del terrorismo radical con los extranjeros.
En contraposición, me parece una especie de trilogía no oficial realmente interesante. A pesar de que el film se quede en fallido, cabe recalcar que una película de estas características en manos de otro director, podría haber sido una autentica porquería, literalmente hablando, y más sabiendo que es una historia sobre un secuestro basada en hechos reales. En ese aspecto, Winterbottom ha dirigido una cinta que contiene intensidad dramática y trepidante ritmo narrativo, pero que su marcado tono realista queda plenamente empañado por su erróneo casting y un final de lo más comercial.

Porque a pesar de las múltiples escenas de archivo, la cantidad de secundarios, escenas bien resueltas y momentos de tensión dramática, cuando volvemos a encontrarnos a esos personajes prototipo, pasamos de lo que podría ser un docudrama realista y portentoso a una realidad fingida con personajes de cartón-piedra en unas excesivamente prolongadas secuencias. De ahí, que la califiquemos como fallida.