Cabeza de muerte
Muerto es como me he quedado en cuanto ha terminado la película, y es que ya había caído en el coma de la estupidez en el minuto 40.
Con sólo el 30% de los comentarios de nuestros ilustres lectores ya puedo hacer un guión 300 veces más atractivo y coherente que esta absurda película que no tiene por dónde cogerse.
Este es el mejor ejemplo de lo que se llama ‘bodrio cinematográfico’: una historia que partiendo de una base intragable se puede alargar durante más de hora y media. Procedamos al análisis.
La base: corre a cargo de seis personajes insulsos que buscan hacer camping y ponerse hasta arriba de setas alucinógenas. Aparte de que no sé muy bien por qué viajan juntos desde los USA a Irlanda si no se soportan entre ellos. Eso sí, no tienen mejor idea que hacerlo en un bosque incomunicados y con los móviles confiscados (????). Visto y requetevisto.
La amenaza: una historia ancestral sobre un cura asesino y un chico con capucha ponen el punto de ‘peligro inminente’ para los acampados. La figura del ’slasher’ aparece de la nada y sin originalidad ninguna. Ya comienza todo a oler a podrido.
El punto de inflexión: lo pone la protagonista, que sin venir a cuento se come una seta llamada ‘cabeza de muerte’. Yo miro hasta los pimientos cuando hay que cocinarlos, y la chica del film se mete en la boca lo primero que encuentra en el bosque. Muy lógico, sí.
El resto es para levantarse de la butaca y decir basta. Una vaca que habla, un hacha que sale a saber de dónde, el grupo de chicas que tras una carrera de 10 segundos aparecen a dos kilómetros de la zona de camping o el motivo principal de comer setas que desaparece sin mediar explicación alguna.
Encima, para rematar la historia me venden un final sólo posible en caso de aparecer Alan Cummings en su papel de rondador nocturno de los X-Men: hago ‘chas’ y aparezco a tu lado….
No se puede criticar una película que no tiene guión, y cuyas interpretaciones se ven superadas hasta por algunos concursantes de un reality show muy famoso. No tiene miedo, no tiene suspense, no tiene nada que mantenga la atención del espectador, y para colmo hay que pagar 6 euros y pico para ver ésto.
Menos mal que Yul B. eliminó las categoría de clasificación de las críticas… no teníamos la de ‘pedazo de m***da que he visto’.