Noche y día
Hay profesionales y estrellas en Hollywood que tienen doble faceta, y en una de ella son mejores que en otras. Mel Gibson es un buen actor, pero es un gran director. Y Tom Cruise es un actor limitado pero un productor avispado y listo. Desde su carrera de sex symbol a lo que hace ahora, ha sabido enganchar proyectos que le han dado dinero y han sabido aprovechar su madurez personal para seguir encandilando a la taquilla.
La saga Misión Imposible es otro ejemplo de trabajarse películas a su gusto. Y en esta Día y Noche (absurda y ridícula traducción de Knight and Day – Caballero y Día, literalmente) se parodia a si mismo en una comedia de acción.
Acompañado de Cameron Díaz y unos secundarios reconocibles (Jordi Mollá por enésima vez como malo hispano-latino) la película es una pequeña variación de los films de espías y de acción llevado al terreno del humor.
Aunque no es gran cosa, está rodada con cierto tino. Mangold, más cercano a un director artesano que a uno de blockbuster, hace bien lo que rueda salvo las escenas de muchos efectos especiales (toros incluídos) en las que canta el efecto digital.
Es una fantasmada divertida que entretiene.