Wrong turn 3: left for dead
Tras la buena acogida que tuvo en DVD la segunda entrega de Wrong Turn (en nuestro país, Km 666), titulada Wrong Turn 2: Dead End (aquí Camino sangriento), una tercera parte era inevitable. Y así, tenemos en DVD Wrong Turn 3: Left for Dead, dirigida por Declan O’Brien, responsable de varios títulos de terror y sci-fi para TV. De primeras, ¿qué opino de ella? Que, sin ser nada del otro mundo, y teniendo en cuenta sus numerables fallos, se deja ver con agrado pasando por otro producto más de ese survival-horror que ya está tan trillado. Y es que, tiene gore, violencia y un guión lo suficientemente esforzado como para que algo de interés pueda despertar, a pesar de que ya se desliza irremediablemente hacia la serie Z.El planteamiento de la historia se ha modificado un poco, y si bien en los primeros minutos una panda de jovencitos idiotas son masacrados salvajemente por un mutante (esta vez sólo tenemos mutante e hijo), a continuación nos vamos a prisión a conocer a nuestros verdaderos protagonistas, un puñado de convictos que van a ser trasladados y planean una fuga, un agente del FBI infiltrado y un par de guardias de seguridad. Gracias a este grupo de individuos, cada cual más despreciable, el guión se las ingenia para que, en un determinado momento lleguemos a desear la masacre de los mismos, a excepción de los guardias, más buenos que el pan. A lo largo de la película, el grado de odio que el espectador muestra hacia los personajes se incrementa exponencialmente hasta llegar a un límite insospechado gracias a un hecho que desencadenará aún más la ira del mutante, e incluso hará que nos pongamos de su lado.
El film encierra una gran cantidad de escenas retorcidas y violencia sanguinolenta, muy en la línea de la verbenera segunda parte, que era un verdadero festín para el aficionado. Aunque si bien Dead End triunfaba en los artesanales FX, aquí hay fallos técnicos que convierten este directo a DVD en un producto mucho más evidente. Infografía pura y dura para algunas muertes que, aunque divertidas, resultan entrañablemente cutres, fallos de continuidad, así como efectos de síntesis bastante postizos (las escenas de carretera son bastante mediocres y repiten planos de manera contínua) suponen un pequeño lastre que, por lo menos, se contrarresta con unas interpretaciones medianas y un ritmo vertiginoso que evita el aburrimiento en cualquier minuto de película. Aunque haya convencionalismos, hay que reconocer que hay algún que otro momento impredecible, pese a que multitud de situaciones estén ya exprimidas hasta la saciedad. El guión, a parte de apoyarse en una historia que difiere bastante de las dos primeras películas de la saga, no se limita a ser un puñado de diálogos estúpidos pensados para el espectador juvenil, y muestra algo más de inteligencia a la que estamos acostumbrados en películas de temática similar. Y, por cierto, el desenlace, aunque innecesario, agrada.
Wrong Turn 3 no va a renovar el género, pero tiene elementos lo suficientemente llamativos como para mantener el interés del espectador, especialmente, como dije antes, ese gore salvaje y desatado. Y, demonios, por lo menos esta saga aporta algo diferente cada vez, aunque sólo sea el planteamiento de cada historia.
Un 6.
Lo mejor: El gore y la historia.
Lo peor: Los fallos técnicos.