Déjame entrar
Oskar es un niño de 12 años tímido y solitario, en la escuela le acosan unos matones y no hace nada para defenderse, tras ésta no tiene nada que hacer salvo fantasear con su venganza. Una de esas noches de fantaseo se encuentra con una misteriosa niña de su misma edad, pero ésta le dice que no pueden ser amigos; no obstante al día siguiente la chiquilla, cuyo nombre es Eli, vuelve a aparecer, y así irán viéndose todos los días (bueno, noches), hasta ser más que amigos. Pero sin embargo Oskar desconoce un terrible secreto de su nueva amiga.Tomas Alfredson firma lo que es una de las mejores historias de vampiros que se han hecho en los últimos tiempos, una bella historia de amistad y amor, sazonada con un poco de sangre fresca y unos personajes entrañables (sobre todo la vampiresa). La historia está basada en una novela de John Advide Lindqvist (sí, no creo que sea muy conocido por estos lares), y al parecer ya están preparando, por desgracia, un remake en Hollywood. Gracias a este trabajo Alfredson ha logrado encandilar tanto a crítica como a público por todo festival que ha pasado, logrando el premio a la mejor película en un festival que no es de género como el de Tribeca, así como el Méliès d’Or en el pasado Festival de Cine Fantástico de Sitges.
Probablemente estemos ante la historia de vampiros más humanista que se haya hecho, el director ha querido darle un enfoque diferente al de otras muchas películas de género y desde luego que lo ha logrado. Con una puesta en escena sobria y un ritmo narrativo pausado Alfredson no ha apostado por la sangre ni la violencia (que, todo sea dicho, también hay), sino por contar una historia de amistad y a la vez de superación de los miedos del protagonista.
Los dos jóvenes protagonistas fueron escogidos tras un año de castings por toda Suecia, siendo seleccionados Káre Hedebrant (Oskar) y Lina Leandersson (Eli), los cuales queda demostrado que fueron una elección perfecta, ya que realizan un gran trabajo y la química entre ellos es más que evidente.
Déjame entrar (Let the right on in) es una historia de un amor aparentemente imposible, está contada con mesura y elegancia, logrando emocionar incluso en los momentos más sórdidos. El único handicap que le veo es precisamente su ritmo, el cual puede resultar cansino para parte del público en algunos momentos, pero no obstante si dicho tipo de espectador hace un pequeño esfuerzo se verá recompensado con otros instantes realmente brillantes.
Lo mejor: -La pareja protagonista. -La dirección. -La banda sonora.
Lo peor: -A algunos se le puede hacer lenta.