Quemar después de leer
Divertida sátira y/parodia, o quizás no, quizás no sea más que una jocosa radiografía de lo que de verdad se cuece en las altas esferas de quienes deberían velar por la seguridad de los sufridos ciudadanos.Los hermanos Coen tejen una historia, aparentemente enmarañosa, sobre todo en sus primeros veinte minutos, para dar lugar a su particular y chistoso universo, donde diversos géneros deambulan en buena armonía hasta conseguir un buen producto, excelente en diversos momentos y en todo caso, entretenidísimo y ameno.
Cierto es que se tarda un poquito en entrar en materia, hasta justo la rocambolesca conversación telefónica entre el personaje soberbiamente interpretado por un gran Bradd Pitt, y el hasta entonces tranquilo aunque "picado" en su honor John Malkovich.
A partir de ese momento asistimos a una serie de absurdas situaciones no exentas de reflexiones acerca de hechos que cotidianamente suceden sin que el ciudadano medio se entere una mierda.
Todo ello exagerado a la manera de los Coen, pero llevado a buen puerto gracias a unas estupendas interpretaciones y a un ritmo increscendo que hace se convierta en muy interesante cuanto se ve.
Una película inteligente y muy agradable, con doble y/o triple lectura donde se habla de, lo principal, la estupidez humana, el grado de paranoia que nos rodea hoy en día, el poder de Internet para ciertos comportamientos sociales/sexuales y el culto al cuerpo en aras de enmascarar lel inevitable paso del tiempo.
O quizás no, quizás sea tan simple como parece, razón por la que no debe ser denostada.
Lo mejor: Las agudas puyas a ciertos elementos preponderantes de nuestra sociedad más avanzada.
Lo peor: Se tarda un poquito en entrar en materia.