Dick y Jane, ladrones de sonrisas
Nueva película del histriónico actor Jim Carrey, amado y odiado a partes iguales. “Dick y Jane ladrones de risa” es un remake de “roba bien sin mirar a quien”, con Carrey y Tea Leoni en los papeles originalmente interpretados por George Segal y Jane Fonda en 1977. Ejecutivo de la poderosa Globodyne, Dick Harper es ascendido al cargo de Vicepresidente de Comunicaciones y descubre que la empresa está en quiebra y que su jefe, Jack McCallister (Alec Baldwin) se fuga con 400 millones de dólares. Desempleados y con toda su economía hipotecada, Dick y su esposa Jane intentan encontrar varias maneras de mantener su nivel de vida, pero terminan en la conclusión que la única manera es recurrir al crimen: así que se convierten en ladrones.¿Absurdo? Claro que si, pero este es exactamente el objetivo de “Dick y Jane ladrones de risa”, recurriendo frecuentemente a la sátira para comentar y criticar no sólo el consumismo de la sociedad norteamericana, sino también la demagogia de George W Bush-después de exhibir una imagen en la cual este surge haciendo un discurso en el cual afirma que el país está viviendo una era de prosperidad- la película muestra a varios ejecutivos luchando como animales por un empleo, lo que echa por tierra las palabras que vemos del presidente.
Es preciso comprender, por tanto, que “Dick y Jane ladrones de risa” no pretende ser una comedia de situaciones ni intenta sonar plausible, los golpes dados por los protagonistas son totalmente absurdos y jamás ocurrirían en la vida real. Es por tanto, a través de la exageración, donde la película hace reír al mismo tiempo que funciona como contundente comentario social. Como nos muestra en muchas de sus películas de humor, Jim Carrey confiere a Dick Harper su energía habitual, utilizando toda su elasticidad facial y corporal para componer el personaje. Así como ocurre con Robin Williams o Mike Myers, Carrey es un actor que necesita un director con mano firme que le impida ir mas allá, algo que el cineasta Dean Parisot hace apenas parcialmente: hay algunos momentos en la cinta en los que Carrey está visiblemente en una improvisación incontrolada, lo que es aún si cabe mas humorístico.
En el otro lado, Tea Leoni crea un contrapunto importante al histrionismo de Carrey, haciendo de Jane una mujer mas contenida pero no por ello menos “graciosa”. He de decir que me pareció que cómicamente encajan muy bien estos dos actores, y que no sería extraño verlos de nuevo actuando (la
escena en la que Jane, ante la falta de dinero, va a un laboratorio a venderse como conejillo de indias a que le inyecten una especie de sustancia parecida al botox es simplemente genial). Completando el reparto, tenemos a Alec Baldwin y a Richard Jenkins, aunque tenemos que decir que el peso de
todo cae en Carrey y Leoni.
Divertida y con un mensaje social, “Dick y Jane ladrones de risa” es un raro ejemplo en Hollywood: una comedia que, sin pretensiones, tiene algo importante que decir.