Básicamente, la historia de dos personas en apariencia diferentes en una cultura y en una ciudad también diferente: Tokio. Cuando vi las primeras imágenes de esta película, me quedé realmente impresionada con la sensación de soledad, de estar “fuera

★★★★☆ Muy Buena

Lost in traslation

Básicamente, la historia de dos personas en apariencia diferentes en una cultura y en una ciudad también diferente: Tokio. Cuando vi las primeras imágenes de esta película, me quedé realmente impresionada con la sensación de soledad, de estar “fuera de lugar”, que transmiten sus personajes, a pesar de estar en una de las ciudades más pobladas del planeta.

En un hotel de la capital nipona, Bob Harris (Bill Murray), un actor americano cuya carrera va de capa caída, pasa una temporada a Japón para rodar un anuncio de Whisky, desencantado, en plena crisis de los 50- su matrimonio es monótono, sin sentido y aburrido, y su carrera interpretativa ya no es la que era, esta de vuelta de todo y ya nada le sorprende, viviendo el día a dia por pura inercia-, y en el que el choque cultural que supone viajar al país del sol naciente, solo hace acentuar dicha crisis. Pero, en medio de toda esta desidia, se encuentra a una joven americana, Charlotte (Scarlett Johansson), también perdida en el inmenso hotel, en la inmensa ciudad, que viaja con su marido, fotógrafo de profesión, y que parece más enamorado de su trabajo de que su mujer.

No pueden dormir, no pueden dejar de preguntarse “que hago yo aquí”, y claro, dos seres tan perdidos acaban por encontrarse en la barra del bar del hotel, donde cada noche es igual. El primer diálogo de los dos protagonistas, que comienza con la frase de Bob Harris hacie Charlotte: “He preparado un plan para fugarse de este hotel, después fugarse de la ciudad y por último del país, será peligroso, pero necesito un cómplice” es claramente revelador del sentimiento que los une. A partir de este momento, los dos se dan cuenta que, a pesar de la edad, tienen mucho en común, y comienzan a conocerse y a refugiarse el uno en el otro, recorriendo las calles de Tokio, hablando a altas horas en la habitación del hotel…transformando la complicidad que se produce cuando, en un país extraño nos encontramos a un compatriota y este parece ser la única referencia a nuestro mundo cotidiano (si habéis viajado al extranjero y os ha pasado esto, sabréis a que me refiero) en una relación bastante especial (debido a la lejanía del hogar, dando a pensar que dos personas así, en sus mundos habituales, ni se hubieran conocido), no siendo para nada carnal, sino más de protección, de apoyo. El argumento es tan simple como eso, mucha gente puede pensar que de simple que es, aburre, pero lo cierto es que durante las dos horas que dura consigue engancharnos a la pantalla, a pesar de tener un ritmo bastante lento. Bill Murray, teniendo como tiene claras dotes para la comedia, nunca me pareció un buen actor, pero en esta cinta se muestra bastante convincente. Scarlett Johansson, con una mirada limpia, encaja a la perfección en su personaje. Como anécdota, contar que Sofia Coppola ideó el papel de Bob Harris pensando exclusivamente en Bill Murray, exigiendo que si él no encarnaba al actor venido a menos en tierras niponas, no rodaría la película.

Con una mezcla de comedia y drama, buena parte de la cinta parece un documental (atención a la fotografía, buenísima) sobre las curiosidades y peculiaridades que los occidentales podemos encontrar al viajar a Tokio: la lengua es totalmente distinta (atención también al diálogo en frances que tiene Harris con un japonés en un bar de copas a altas horas de la madrugada), los programas de televisión son diferentes y chocantes para nuestros gustos, los clubs de striptease son diferentes, las formas de entretenerse, en conclusión, distan mucho de las nuestras…en medio de todo eso, la complicidad entre los dos protagonistas va construyéndose con delicadeza, huyendo de muchos clichés en el que quizás, otro tipo de director, hubiese caído. Sofía Coppola se consolidó con esta película como directora después de “las vírgenes suicidas” (otra película con bastante buena crítica para ser una ópera prima).

Para mí, una película que te deja un muy buen sabor de boca. 

Lo mejor: La complicidad entre Murray y Johansson. La fotografía. La sensación de los personajes de estar fuera de lugar en el universo que los rodea en Tokio.
Lo peor: Algo lenta en su planteamiento.
publicado por Caty el 27 septiembre, 2007

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