Un buen año
Me puedo imaginar cómo se gestó “Un buen año” (A Good Year). Ridley Scott acaba de salir de un fracaso taquillero, “El Reino de los Cielos”, y está a punto de embarcarse en un proyecto ambicioso (”American Gangster“) así que lo mejor es hacer una película sencillita, barata, de rodaje rápido y de un género que goce del fervor popular.Finalmente rueda una comedia dramática de corte (presuntamente) romántico, con un protagonista atractivo y carismático como Russell Crowe, unas cuantas mujeres de cuerpo imponente (se te ve el plumero, Ridley), paisajes bonitos, una moto chula para que el prota se mueva un poco (¿homenaje a cierta película de su hermano?), una pizca de filosofía (barata) y un montón de diálogos (ridículos en buena medida).
Si por el guión fuese estaríamos ante un auténtico espanto de película porque, siendo una história de lo más típica, para colmo está lleno de tópicos sobre la vida, el amor, el dinero y demás. Nada diferencia el guión de esta película del de muchas otras de temática similar destinadas a adolescentes.
Pero claro, la dirige Ridley Scott y eso tiene dos consecuencias. La primera es que la película está dirigida con corrección y tiene un ritmo entretenidillo, aunque la acción avance un poco a tronpicones de tópico en tópico, que hace que las dos horas de película no se hagan excesivamente largas (aunque se noten).
La segunda es que, como Scott es director de culto, muchos se dejan engañar y ven calidad donde no la hay. De no tratarse del director de obras maestras como “Alien” o “Blade Runner” esta película habría recibido unos palos de crítica brutales. Motivos no faltarían.