Más extraño que la ficción
Curioso este Marc Forster. En apenas cinco años ha firmado cuatro películas tan diferentes como ‘Monsters ball’ (denso drama racial), ‘Finding Neverland’ (biopic edulcorado), ‘Stay’ (thriller convencional) y su último estreno, ‘Stranger than fiction’ (tragicomedia absurdo-romanticona). Y en tres de ellas sus protagonistas (Halle Berry, Johnny Depp y Will Ferrell en ésta última) han sonado fuerte como candidatos al oscar (Berry se lo llevó). Sin duda, un tipo con talento para la dirección de actores, ojo para la elección de proyectos y versatilidad para adaptarse a cualquier empresa.Con ‘Stranger than fiction’, Forster explora terrenos ya familiares para todos nosotros gracias a Charlie Kaufman: personajes excéntricos, situaciones absurdas y reflexiones sobre la vida, el destino y también sobre el oficio de escribir, en concreto sobre la relación entre creador y personaje, entre demiurgo y criatura. ¿Puede un personaje escapar al control de su padre literario, o todas y cada una de sus acciones vienen dadas por la impronta que éste le adjudicó? O visto desde el otro lado, una vez que ha creado a “alguien”, ¿qué derecho tiene el escritor para decidir por él?
Harold Crick es un tipo gris, solitario, sin objetivos en la vida. Un buen día, una voz en off comienza a narrar su día a día. Es el comienzo de una búsqueda, la búsqueda del fin último de la existencia de Crick.
Sí, la verdad es que como sinopsis no vale un carajo, pero es que realmente la trama principal se puede resumir en eso, y para revelaciones ya está el trailer (si aún no lo habéis visto no lo hagáis, fusila dos tercios de película). La originalidad del guión de Zach Helm está en que a la vez que somos testigos de la absurda miniepopeya de Harold Crick (efectivo y sobrio Will Ferrell), asistimos también a las miserias del proceso creativo con la historia paralela de Kay Eiffel (excelente Emma Thompson), escritora bloqueada. Las historias se complementan para crear una especie de variante amable de ‘El show de Truman’, que arranca con decisión apoyándose en la labor de Ferrell y se desinfla un tanto al pasar el efecto sorpresa, para después discurrir por caminos amables en exceso (para mi gusto, ojo).
La parte buena de ‘Stranger than fiction’ es que se deja ver perfectamente, sin ofender ni aburrir a nadie. Buenas interpretaciones (a los principales añadir un divertido Dustin Hoffman, una chispeante Maggie Gyllenhaal, una algo sosaina Queen Latifah y un pasado de vueltas (qué raro) Tom Hulce), interesante aspecto visual (a cargo de su hombre de confianza, Roberto Schaefer), y un curioso uso de la música (de The Clash a Vangelis pasando por Maxïmo Park) conforman una atractiva mezcla.
La parte mala es la simplicidad de su trama principal y la excesiva calma con que se desarrolla todo alrededor de Crick, salvo divertidos momentos puntuales. Se echa en falta una mayor tensión dramática que ayude a sacar la historia de las manidas cuatro esquinas de la comedia romántico-fantástica. Quizá algo más de humor negro habría venido bien.
‘Stranger than fiction’, otra disfrutable película de Marc Forster, pero nada que vayas a recordar de aquí a fin de año. un 6’5.