Pretende ser tanto una comedia de altura como un drama acerca de los sentimientos humanos, aunque el producto resultante se acerca más al patetismo puro y duro que a otra cosa.

★☆☆☆☆ Pésima

Más extraño que la ficción

Todas las artes han estado siempre interrelacionadas, siempre han bebido unas de otras para beneficio mutuo. Desde que apareció el séptimo arte, éste ha mantenido una estrecha relación con la literatura, ya no sólo por la cantidad de novelas u obras de teatro llevadas a la gran pantalla, sino también por el buen hacer de muchos guionistas, creadores de auténticas joyas, deseosos de ser considerados como algó mas, de ser reconocidos como puros escritores.

Charlie Kaufman es, y esto no hay quien pueda discutirlo, uno de los mejores escritores de guiones que hay en el panorama cinematográfico mundial. De su imaginación han salido verdaderas obras maestras, y a la espera de su debut como director, aquí nos llega Más Extraño que la Ficción. Que pese a no figurar su nombre en ninguna parte, la idea original de la película es suya, idea desarrollada por Zach Helm. Harold Crick (Will Ferrell) es un hombre anodino, que lleva una existencia gris, hasta que un día empieza a escuchar una voz que narra su vida. Se trata de Karen Eiffel (Emma Thompson), una autora que está escribiendo su próxima novela, en la que planea matar a Harold Crick… Así comienza la nueva cinta de Marc Forster, con aires y aspiraciones muy literarias, lo cual no tiene que ser un defecto necesariamente, como muchos opinan. Desde luego, el desarrollar la idea inicial, que podía haber dado como resultado una historia brillante, era una tarea árdua, y desgraciadamente el novel Zach Helm no está a la altura. Firma un guión grandilocuente, con aspiraciones de pequeño gran autor, repleto de incongruencias y fallos argumentales que asoman por doquier. Los personajes, desdibujados, perdidos y estereotipados hasta el extremo, son más planos que el encefalograma de un silbido. Pretende ser tanto una comedia de altura como un drama acerca de los sentimientos humanos, aunque el producto resultante se acerca más al patetismo puro y duro que a otra cosa. La trama sufre varias misteriosas e inexplicables mutaciones, ya que empieza como una comedia para luego pasar a la tragedia, para transformarse finalmente en un indigesto pastel. Por si fuera poco el suplicio, el peso de la cinta recae en Will Ferrel, un actor lleno de matices, concretamente dos: del hieratismo personificado puede transformarse en la mejor aproximación posible del muñeco diabólico. Emma Thompson y Dustin Hoffman cumplen en sus papeles sin despeinarse, mientras que Maggie Gyllenhaal, único punto positivo del film, realiza una buena interpretación, comiéndose en cada plano a Ferrell.

Más Extraño que la Ficción es, sin duda, una película de grandes contrastes, que no dejará indiferente a nadie: o te encanta o la aborreces, no hay término medio. Y por si aún dudaban de por qué opción nos decantamos, lo hacemos profundamente por la segunda.

Lo mejor: Maggi Gyllenhaal.
Lo peor: La grandilocuencia del guión y Will Ferrell.
publicado por Francisco Bellón el 21 enero, 2007

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