Taking chance
La guerra librada por Bush tiene un costo humano tremendo hasta nuestros días. Miles de familias ven como sus hijos van al frente de batalla y muchos de ellos vuelven cubiertos en la gloriosa bandera de los EE. UU. Allí es precisamente donde indaga este film basado en hechos reales escrito por un Teniente Coronel Michael Strobl interpretado correctamente por Kevin Bacon , rol que lo tiene nominado a los Globos de Oro por este rol como mejor actor de largometraje para la televisión. El film podríamos decir que es como un viaje desde las mismas barbas de la muerte en medio oriente y el posterior todo el traslado, papeleo hasta que el cuerpo llegue hasta los familiares de la victima. En el camino recibe los honores de rigor y el respeto de los sobrecargos de aviones, operarios de las funerarias y muchos anónimos que sienten que estos mártires luchan por su supuesta seguridad. El film es bastante honesto en su propuesta, no utiliza demasiados artificios, la única ocasión donde se insinúa la guerra es en una grabación de un tiroteo, el resto se dedica a ese anónimo viaje a casa con la satisfacción de más allá por el deber cumplido. Muestra el terrible costo de la guerra, con un ritmo pausado y solemne, pero que hace frente con argumentos muy poderosos acerca uno de los mejores secretos guardados por la armada de los Estados Unidos, el luto acerca de sus caídos. El film no tiene muchos diálogos y sus personajes no tienen mucho que decir, pero asienten con sus miradas y reverencias cuando pasan los féretros en su largo viaje. Bacon tiene una consistencia emocional muy creíble. Este coronel se ofreció para acompañar este cuerpo por sentirse culpable de trabajar solo en bases militares, Strobl decidió escoltar este chico por ser de la misma ciudad para cerrar una deuda y heridas internas de ver tanto dolor.