Ratónpolis
“Ratónpolis” (Flushed Away) es una producción Aardman dirigida por David Bowers y Sam Fell. Cuenta la historia de Roddy (Hugh Jackman en la versión original), una rata de la alta sociedad que, tras caer a las alcantarillas desde el baño de su casa, vivirá múltiples aventuras y descubrirá una vida muy diferente a la que conoce.Aardman es un nombre asociado, hasta ahora, con el cine de animación con plastilina. Es la factoría creadora de los largometrajes “Evasión en la granja” y la oscarizada “Wallace y Gromit: La maldición de las verduras” así como de los cortometrajes de estos últimos personajes o la serie de televisión “Creature Comforts“.
Por eso, su salto al largometraje de animación 3D por ordenador, era esperado con curiosidad e ilusión por los aficionados. El resultado, sin ser decepcionante, no creo que colme demasiado dichas ilusiones.
Comenzando por los defectos diré que, aunque en el diseño de personajes se ha intentando mantener el estilo visual de la compañía, en el pase a las 3D se ha perdido parte de la esencia. La habitual transgresión genérica no está aquí presente y falta algo de frescura y originalidad.
En otras palabras, “Ratónpolis” es bastante más convencional que sus predecesoras y parece nacer con la voluntad, por otra parte respetable, de arrasar en las taquillas. Eso sí, sin renunciar a unos criterios de calidad y a unos toques de humor bastante británicos y que proporcionan algunos de los mejores momentos de la película.
Esos defectos se ven compensados, para mí, por un par de virtudes bastante importantes. La primera de ellas es el acelerado ritmo de la película, casi diría que demasiado elevado si nos ponemos quisquillosos, que la convierten en una experiencia francamente entretenida aunque algo apresurada.
Añadámosle, además, un guión divertido pese a no ser nada innovador y obtendremos una película de animación de agradable visionado pero que no pasará a la historia ni se quedará demasiado tiempo en nuestra memoria. Tal y como está el patio eso la deja en un nivel algo superior a la media pero lejos de la brillantez a la que el cine de animación puede llegar.