No está nada mal, pero no es esta clase de comedias las que mejor les sale a los ingleses.
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Tanto en su trama como en su desarrollo, I want Candy, tal el título original, huele mucho a “ya visto”. El cine actual está lleno de comedias independientes sobre estudiantes de cine viviendo la odisea de la primera película. Este argumento suele ser el preferido de muchos cineastas novatos que no le temen a la autorreferencialidad. Raro es el caso de directores experimentados apelando a estas historias. La película apela a un humor de aristas escatológicas, más emparentado con el cine de los Farrelly que con el humor inglés. Quienes hayan visto la estupenda Orgazmo, de los creadores de South Park Trey Parker y Matt Stone, sabrán que es difícil superar el nivel de aquella en materia de comedias sobre el cine pornográfico. I want Candy, con la participación de la infartante Carmen Electra en el papel de estrella porno, sin dejar de ser mucho más tímida e inocente que aquella, entretiene y arranca carcajadas. No está nada mal, pero no es esta clase de comedias las que mejor les sale a los ingleses.