Joker
2019 ya tiene su película y Joaquin Phoenix la interpretación de su vida. Joker es una producción casi redonda no sólo porque éste completa la triada de los mejores Jokers de la historia del cine junto a Nicholson y Ledger sino porque la fotografía, el guión y el trasfondo de la historia enganchan, inquietan y hasta conmueven. Un protagonista maléfico tiene que desperetar sentimientos y si éstos son tan repugnantes como empáticos, ese personaje está bien construido y Arthur Fleck / Joker está magníficamente construído y perfectamente llevado a las tablas por un Phoenix en estado de gracia.
Lástima que Todd Philips haya caído en el exceso de cierta urgencia en el lanzamiento de mensajes impidiendo al espectador darse cuenta por sí mismo de determinados aspectos de la trama. Quizás estemos en un momento en el que la inmediatez está por encima del pararse a pensar, pero bueno, éste es un “contra” asumible en una película cargada de “pros”, una potente producción destinada a situarse en lo más alto de este 2019 que, poco a poco, llega a su fin.