Manuale D’Amore 2
En esta vida en la que la originalidad y la innovación en las artes parecen pecado, cada vez más se tiende a buscar los caminos más sencillos, yendo a lo teóricamente seguro. En el cine, eso se transforma en remakes, nuevas versiones u adaptaciones, y una interminable lista de secuelas, precuelas, spin-off… etc. Los productores, en su búsqueda de mayores beneficios con la menor cantidad de riesgos posibles, tratan de seguir explotando a la gallina de los huevos de oro, pero, ¿qué pasará cuando no de más de sí?Manuale D’Amore ha sido una de las comedias más frescas y originales que se han realizado en los últimos años, ya no sólo en Italia o Europa, y ello la convirtió en un éxito de público. Su mayor virtud era que recuperaba el espíritu de las comedias italianas de episodios clásicas, con cuatro capítulos que analizaban ese misterio llamado amor. Menos de dos años después, Giovanni Veronesi nos ofrece cuatro nuevos episodios, sin aparente relación entre sí, salvo la conexión de un programa de radio. En honor a la verdad, Manuale D’Amore 2 es un perfecto ejemplo de secuela fallida y totalmente innecesaria. Esta continuación carece de la gracia y originalidad de su predecesora, y sus distintos episodios se tornan vacios y aburridos hasta un extremo que roza el tedio. El humor escasea en la cinta, y el poco que hay no es de la elegancia y finura de la original, sino que es burdo, cruzando la línea del mal gusto en varias ocasiones. Veronesi comete un grave error, y es dejar en varias ocasiones la comedia a un lado e intentar contar la historia desde un punto de vista más cercano al drama lacrimógeno que a otra cosa. Este fallo garrafal se nota en el primer episodio, pero especialmente en el tercero, el más desafortunado de todos dicho sea de paso. Sólo los actores ponen algo de luz en el abismo que es Manuale D’Amore 2, entre los que destaca Carlo Verdone, no en vano considerado por muchos como el heredero del gran Alberto Sordi.
A aquellos que disfrutaron y se mondaron de risa con el primer Manuale D’Amore, la mejor recomendación que les podemos hacer es que se mantengan lo más alejados posibles de su secuela. Esta continuación es una comedia sin gracia, burda y aburrida, por lo recomendamos encarecidamente que se ahorren la entrada, y disfruten del grato sabor de boca que dejó la original.
Lo mejor: Carlo Verdone.
Lo peor: El explotar una fórmula que no daba más de sí.