Inland empire
Todavía puedo escuchar las carcajadas de David Lynch detrás de la pantalla. El muy bastardo ha conseguido tenerme tres horas sentado en la butaca viendo… algo.Empezaré avisando de que todas las pelis de Lynch, salvo Una historia verdadera, me dan miedo. Esta es la sinopsis oficial, atención: La historia de un misterio. La historia de un misterio en un mundo dentro de otros mundos que se revelan alrededor de una mujer. Una mujer enamorada y en problemas. Já Já Já
Inland Empire es un autohomenaje que se brinda el chiflado de Lynch (es oficial, está loco) como en su momento y salvando las distancias se dieron Kevin Smith en Jay y Bob el silencioso contraatacan o Carpenter en Fantasmas de Marte. Y si no me creéis mirad los créditos finales. Inland Empire es una historia de actrices, de putas y de una familia de conejos que vive entre risas enlatadas. Y de terror, porque Inland Empire es una peli de terror.
A ratos expresionista, a ratos videoclipera, siempre diferente (y digital), necesita la absoluta entrega del espectador desde el primer momento para no salir por piernas a la media hora. Podría ser también el piloto incompleto de una nueva serie de misterio cancelada antes de terminar el rodaje.
O también podría ser una revisión lynchiana de la “mítica” La fin absolue du monde, no te jode.
Yo que sé. Me gusta. La odio. Ponle tú la nota cuando la veas. Pero vete a verla.