Juegos secretos
Me encantan ese tipo de películas que parecen una cosa y acaban resultando otra, total o parcialmente distinta. Con Little Children (o Juegos secretos, si lo preferéis) pasa exáctamente lo mismo. La promoción que hicieron sobre la película fue por una parte excelente, pero por otra, vacía, pues sólo parecía tratar un tema: el triángulo amoroso. Aunque afortunadamente la bestial película de Todd Field es mucho más que eso: se trata de un film coral, intimista, raro, aterrador y muy emocionante.Lo que más destaca es el maravilloso guión, basado en la novela de Tom Perrota y escrito por éste mismo y el director. Quizás lo único que le quita puntos a favor (muy pocos) es que Sam Mendes ya dirigió American Beauty, en la cual, más que inspirarse, toma nota de ella, sin copiarla en ningun momento, claro. Aunque también hay otro pensamiento, y es que Juegos secretos tiene como referencia (en algunos momentos) a la novela de Cheever, Madame Bovary (la cual aparece mencionada durante una de las mejores partes de la película). Se inspire en que se inspire, Todd Field ha conseguido una película única, especial, cuativadora, sensible y atrapadora. Uno de los recursos más interesantes del guión es esa magnética y quasi perfecta voz en off, la cual conduce al film hasta prácticamente desaparecer, para que veamos, con nuestros ojos, el fatal inicio de un desenlace, que pronto se verá “ayudado” por esta misteriosa voz en off. Así que he de felicitar a sus guionistas por realizar un trabajo impecable, digno de veteranos, aunque Field no lo sea.
Si el guión de Juegos secretos es una maravilla, diríamos que la dirección roza la perfección. Sí, parecerá que me esté pasando con la película, pero es lo que a mí me ha parecido: prácticamente, una obra maestra. Minimalista y agobiante a la vez, la dirección de Todd Field consigue atraparnos con una fuerza increíble hasta dejarnos hechos polvo una vez haya concluido el largometraje. No sólo eso, sino que el espléndido y original montaje acompaña al film a ser preciso, exacto. Tiene, la película, un par o tres de secuencias realmente impresionantes, como la de la piscina, la del parque o la ya mencionada discusión acerca de la novela Madame Bovary. Son precisamente estas escenas las que enriquecen al film y lo hacen ser perfeccionista, único. Como he dicho anteriormente, esta es una película coral, en la cual, a parte de un triángulo amoroso (narrado con un pulso increíble), aparecen las historias de un pedófilo (la mejor de todas ellas, sin duda alguna) y la de un policía retirado que esconde un terrible pasado. Estas tres interesantísimas historias de habitantes de un barrio de clase medio-alta de Massachusetts se combinan de forma inesperada llegando a una conclusión infantil (en el buen sentido, aunque sólo entendedor si se ha visto el film) donde colisiona de forma extravagante más de una vida.
No había, al menos para mí, mejor título que Little Children para esta película. Como se viene a entender durante todo el metraje, los adultos se comportan al igual que sus propios hijos, o sea, de una manera infantil y sin mucho sentido (atentos a la escena de la estación con Patrick Wilson). ¡LIGERO SPOLIER! Y esta moraleja se llega a entender plenamente una vez acaba la película, cuando los protagonistas rechazan sus sueños y ambiciones para volver con lo que más seguridad tienen (sus hijos, en este caso). Y he aquí, probablemente, una de las mejores frases de la película (la de la hija de Winslet intentándo calmar a su madre, lo que tendría que ser al revés). FIN DEL SPOLIER.Las interpretaciones de Juegos secretos podrían ser un sinónimo de prodigiosas. Quizás sea esta la película con mejores actuaciones desde Crash, a la cual encuentro algunas semejanzas (¡¡¡SPOLIER!!! Emmerich ayudando a Haley o Dillon ayudando a Newton), ya que todo el reparto resulta absolutamente creíble, sensacional, cercano. Aunque, dentro de todos ellos, destacaría a la inmensa Kate Winslet, en el mejor papel de su carrera, la cual parece más una niña que no un adulto; Jackie Earle Haley, en una interpretación sobresaliente, perfecta, terrorífica y dolorosa. Quizás sea el mejor papel de la película, puesto que nunca antes se había tratado a un pederasta con semejante profundidad; Noah Emmerich, donde se luce especialmente en el desenlace del film; Phyllis Somerville como madre del pedófilo, en un papel tremendamente atrayente, pues muy pocas veces se había mostrado la familia de un pederasta en una película, y la verdad es que resulta indiscutiblemente trágico. Aunque no resalten tanto, las interpretaciones de Patrick Wilson y Jennifer Connelly también son estupendas, pero quizás no llegan a la perfección de las demás ya que los papeles son un tanto más vacíos.
En resumidas cuentas, afirmaría que Juegos secretos roza la maestría siendo uno de los mejores films de principios de año. Quizás tenga algún que otro detalle que resulta un tanto fallido, como la rapidez y frenetismo excesivo que se emplea en el desenlace, pero esto es simplemente por mencionar algo “malo”. No vi En la habitación (el anterior y primer film de Todd Field), pero no cabe duda que, después de haber visto esta maravilla, me la pienso alquilar como mínimo. Un film absolutamente increíble.
Lo mejor: Winslet y Earle Haley.
Lo peor: La excesiva rapidez con que avanza el final.