Inland empire
Sobre “Inland Empire” (2006) de David Lynch, primero decir que hacia tiempo que una sucesión de imágenes con sonido no me habían pegado de tal manera a una butaca, aunque durante muchos momentos no podía descifrar el significado de lo que veía, las sensaciones y sentimientos eran vivos e intensos. Ardo en deseo de volverla a ver para hacer luz en algunas sombras, no me veo capaz de hacer una crónica sobre la película por lo inabarcable y hermética que es en su primer visionado. Esto más bien serían esbozos sobre la primera vez que vi “Inland Empire”.“Inland Empire” es una película a contracorriente, alejada de la narrativa convenional, se preocupa más en crear sensaciones con el uso de la imagen y del sonido que contarnos narrativamente una historia (aunque en el fondo la cuente). Se podría entrar en la discusión si el cine es un medio de expresión narrativo o -como en este caso- es un medio artístico con el que visualizar (y sonorizar) filias y fobias, discusión en la que no entraré por no verle el sentido.
Cuando veo una película me interesa que me transmita cosas, ya sean ideas o sensaciones, y si lo hace a través de su trama, de la puesta en escena o por sus interpretaciones carece de importancia. Y “Inland Empire” me ha trasmitido más cosas que buena parte de la actual cartelera, me transmite miedo, terror, inseguridad, suspense, irrealidad, magia, cine, arte.
Parecen existir tres líneas narrativas, la de la actriz Nikki Grace (Laura Dern), la del personaje Susan Blue (Laura Dern) y la historia polaca en la que se basan, las tres “historias” se entrecruzan, se solapan, se desdoblan, se confunden y convergen, con un resultado audaz y a ratos confuso. Puede que sea la película más radical y hermética en formas y en contenidos de Lynch, hermanada con su debut en “Cabeza borradora”.
Lynch, tras su nominación al Oscar y premio al mejor director en Cannes por “Mullholland Drive”, se encuentra en posición de hacer lo que quiere y quizá estemos ante su obra total, aunque puedo precipitarme.
Lynch puede que sea el director actual que mejor partido saca al sonido como recurso narrativo. Mezcla recursos del video-arte, de las vanguardias y del cine tanto narrativa, visual como sonoramente. ”Carretera perdida” y “Mulholland Drive” parecen simples esbozos de esta “Inland Empire”.
Película llena de autoreferencias, compleja y marcadamente sensitiva, es una de las pelis que más miedo me han producido al verlas, la pesadilla de una locura. Felizmente en el cine aún hay caminos inexplorados por recorrer, y este es un buen ejemplo. (4)
La nota también es un esbozo. (4/4+)