La vida de los otros
Los verdaderos aficionados a la gran pantalla ya hace algún tiempo que han descubierto que el cine europeo tiene mucho que ofrecer y, entre todas las producciones firmadas en el viejo continente, las películas alemanas demuestran la madurez de un cine que suele estar muy por encima de las producciones medias. Goodbye Lenin, Los Edukadores o La Vida de los Otros son algunas muestras de ello. La que hoy nos ocupa ha obtenido multitud de premios internacionales (entre los que se encuentra el de mejor película europea) y no es por nada. La Vida de los Otros nos sitúa en el Berlín Oriental a comienzos de los años 80, cuando la policía para la seguridad del estado, la Stasi, mantenía un control férreo sobre lo que hacían, decían y casi hasta lo que pensaban los ciudadanos.Los protagonistas son dos hombres condenados a no encontrarse nunca cara a cara: por un lado Georg Dreyman, un prestigioso escritor que, presionado y favorecido por el partido, no acaba de escribir lo que realmente quiere; por el otro Gerd Wiesler, uno de los mejores hombres de la Stasi: minucioso, riguroso y desprovisto aparentemente de cualquier rasgo de humanidad. Pero entonces ocurre algo que rompe el delicado equilibrio y provocará que Dreyman decida romper su silencio, mientras que Wiesler empezará a cuestionar su propias convicciones. El trío se completa con Christa-Maria Sieland, actriz y pareja del escritor que en parte es desencadenante del cambio en ambos.
La película también sirve de retrato de lo que era la vida en el Berlín Oriental acosado por la Stasi, que investigaba prácticamente a cualquier ciudadano que presentara las mínimas sospechas de realizar actividades consideradas ilegales. Desde abrir la correspondencia hasta llenar de escuchas los domicilios de los investigados, pasando por detenciones ilegales seguidas de interminables interrogatorios. El ritmo es de thriller, aunque hay pinceladas de drama e incluso de humor. Tanto la banda sonora (a cargo de Gabriel Yared) como la fotografía son excepcionales y las interpretaciones de los protagonistas sólo se pueden describir como magníficas. Destaca especialmente la de Ulrich Mühe en su papel de oficial de la Stasi, ya que es un personaje que requiere un trabajo sobrio y que se construye a través de pequeños gestos.
En resumen, La Vida de los Otros es de obligado visionado para aquellos que disfrutan del cine, ya que presenta magistralmente una historia que mezcla diversos elementos y que al final ofrece una película muy emotiva y que deja buenas sensaciones en el espectador. Imprescindible.
Lo mejor: La fotografía social que hace del Berlín Oriental de antes de la caída del muro. Las interpretaciones, destacando la del oficial de la Stasi.
Lo peor: Aunque no es necesariamente malo, las escenas transcurren casi exclusivamente en interiores. En algunos momentos es demasiado lenta y quizás las dos horas y pico que dura sean excesivas.