La ciencia del sueño
La textura de los sueños hecha a base de cosas de todos los días con peculiaridades, como el material de las cajas para huevos o el tubo de cartón del papel de baño. La Ciencia del Sueño esta hecha de cosas raras, pero reales de todos los días. Michel Gondry tiene la gran sensibilidad para encontrar estas cosas fantásticas y luego entretejerlas en una narrativa que va entre lo real y lo soñado sin hacer mucha diferencia. ¿Cuándo es un sueño y cuándo la vida misma parece pesadilla?Las pasadas dos películas de Gondry las hizo de la mano del guionista Charlie Kaufman (Being John Malkovich), quien tiende siempre a estos juegos mentales de entre torcer realidad-ficción. Todavía en La ciencia del Sueño muestra muchos temas que ambos tiene en común, pero el ingenio de Gondry es más orgánico que el de Kaufman y hasta podría decirse menos matemáticamente frío. En la narrativa de este filme no todo es perfectamente claro, ni claramente necesario, pero funciona.
Gael García Bernal en el papel protagonista al que sus sueños se le presentan como si fuera su propio programa de televisión, Stephan TV. Aún así, ni los sueños ni la realidad llegan a ser lo que él querría. Esta película se debe mucho a la interpretación de Bernal que se mantiene entre exaltaciones y calmas, sin convertirse quedarse corto en un extremo ni en el otro. Stephan llega México de Francia por un trabajo que le consiguió su madre que supuestamente es creativo pero en realidad es básico y muy aburrido. Su francés no es muy confiable así que oscila entre el inglés para hacerse entender, y el español para los momentos de verdadera desesperación. Añadiendo a la confusión general y a la textura peculiar de la película.
La Ciencia del Sueño tiene una magia muy personal, no se parece a ninguna otra cosa. Seduce con sus peculiaridades que no son perfectas y sus experimentos de una narrativamás bien emocional. Una alegre tragedia que es toda una experiencia para los sentidos.