La parte de los Ángeles
Con el premio del jurado en el Festival de Cannes 2012 bajo el brazo, la última película de Ken Loach se abre camino en nuestras salas este 16 de noviembre. El célebre director británico recurre esta vez a la comedia (casi negra) para narrarnos siempre presentes temas de su filmografía: Las clases marginales, la pobreza,…pero esta vez añadiendo un cubito de humor y dos dedos de positivismo ante las segundas oportunidades.
Robbie (Paul Brannigan) es un chico de barrio, futuro padre, sin trabajo y con un pasado que, literalmente, le persigue para hundirle. Cuando todo parece perdido, se le abre una pequeña ventana en la figura de Harry (John Henshaw), su tutor asignado para hacer servicios a la comunidad. Junto a este y al variopinto grupo de compañeros con los que tiene que trabajar, conocerá el mundo que rodea al whisky y descubrirá que tiene un don para él, aunque no como bebedor. Pero no todo mejorará en la vida de Robbie, para mantener abierto el pequeño resquicio que le queda de futuro, liderará a sus compañeros en un absurdo plan para poder conseguir salir del agujero en el que estaba metido.
La mezcla de elementos dramáticos y humorísticos, junto con elenco, en su mayoría poco conocido, dan a esta película de Loach un toque diferente a lo que estábamos acostumbrados. Según el propio director en una entrevista a la agencia EFE, "Empiezas a entender a la gente cuando los haces reír” no sabemos si el cambio se debe a su larga trayectoria detrás de las cámaras o a otras circunstancias.
Recomiendo esta película con un buen vaso de Scotch whisky en la mano ya que sobre él y en torno a él (incluido el título) gira la película.
David Martínez Llamas