Una historia verdadera
Hay pocos directores capaces de contarnos historias tan sencillas como esta, David Lynch es uno de ellos. Dos años después de la inquietante y extraña ‘Carretera perdida’, el director de la espléndida ‘El hombre elefante’ nos narra el relato de Alvin Straight, un hombre de 73 años que decide ir a visitar a su hermano que vive a más de 500 kilómetros de él. Al no disponer de coche ni de carnet de conducir, emprende el viaje con el único medio de transporte que tiene a su alcance: una cortadora de césped.
Desde luego, este no es el habitual estilo de Lynch al que nos tiene acostumbrados. Es más, se trata de una rareza dentro de un filmografía llena de películas de culto. Por lo que esto le convierte en un director de culto. ‘The Straight Story’ es una historia tan modesta y honesta que es capaz de abrirte el corazón con tan solo una palabra: vida. La vida es como una larga carretera en la que no importa lo despacio que vayamos, pero si el recorrido, y para eso tenemos toda una vida por delante. Alvin prefiere tomarse su tiempo, no le importa tanto el origen y el destino como el trayecto en si, un camino de reflexión sobre Dios, la familia y la guerra.
Lynch dirige con maestría esta historia basada en hechos reales, escrita por los guionistas John Roach & Mary Sweeney. Una extraordinaria historia sobre la entereza, la testarudez y la naturaleza del ser humano. La soberbia interpretación de Richard Farnsworth, la hermosa fotografía de Freddie Francis y la maravillosa música de Angelo Badalamenti son algunas de las cosas más destacables de esta perfecta película.