No habrá paz para los malvados
Desde ‘La vida mancha’ Enrique Urbizu y José Coronado no han vuelto a coincidir en una película. En ‘No habrá paz para los malvados’ lo vuelven a hacer con una química director/actor impresionante. El thriller de Urbizu busca básicamente la negrura y la espesura de ese personaje llamado Santos Trinidad (José Coronado se sale), y sobre todo la soledad. Y si Garci tenía su propio Areta, Urbizu también. ‘El crack’ fue un claro exponente para el cine negro español, y Urbizu parece rescatar ese tipo de cine amargo y sombrío, en el que el olor a tabaco y a whisky se respiraba en el ambiente. Pero coincido con Salvador Llopart, crítico de cine en el Diario La Vanguardia, en que no es para tanto.
Personalmente opino que ‘Blackthorn’ de Mateo Gil es mejor película. Pero no por eso hay que menospreciar la brillante realización y dirección, así como el extraordinario montaje de esta cinta. Y su fantástica representación de un país donde predominan los corruptelas, la ineficacia y la irresponsabilidad. Sin embargo, el guión de Urbizu y su habitual coguionista Michel Gaztambide carece de poder dramático, no llega a transmitir lo que debería. Ahora, ¿de verdad creéis que es mejor guión que el de Woody Allen? La respuesta es no.
Coronado tiene que dar gracias a Urbizu por regalarle el papel de su vida, que le valió un merecido Goya por su actuación. ‘No habrá paz para los malvados’ es un buen y vigoroso thriller negro que se sustenta en una rígida interpretación, con una historia magníficamente descrita y cierto tufillo americano.