Daft punks electroma

Esa búsqueda hizo que realizaran una cantidad importante de las mejores imágenes en forma de clips de los últimos años (perros humanos, historia del tomate (?), baile rítmico de momias y robots), sumado a un exquisito film de animación llamado Interstella 55, que acompaña y agiganta a Discovery, un disco entrañable y exquisito.
Su glamour lo trasladan al vivo, brindando shows en estadios a la manera de Dj’s futuristas, algo extraño pero no tanto como este film cautivante de difícil encasillamiento empezando por su duración de apenas una hora, más cerca de un mediometraje que de una película standard.


En cuanto a influencias luego de la fuerte impronta de Kubrick y su 2001, toda filmación de ciencia ficción que contenga interiores luminosos y asépticos, música clásica y una presunta “lentitud” fílmica, se le asemeja.
El tema de la discriminación ya viene marcado por la propia historia de esta pareja, dos franceses solo reconocidos por sus cascos, una declaración de principios en el actual mundo del espectáculo donde todos quieren sobresalir a cualquier precio (y manera).

Contrasta la modernidad del pueblo robot con la sencillez de los elementos utilizados como el auto vintage del comienzo (con el irónico “Human” de la patente) incluída la ciudad de California.
Otro acierto es no usar su propia música como banda sonora, sino quedaría todo como un gran chiste de estilo o a lo sumo, como un video clip gigante que opacaría el logro conseguido con el sonido, combinando silencios e imágenes adictivas con temas de distintas épocas (Marvin Gaye, Brian Eno, Brahms), logrando como directores lo mismo que con sus groove de los ritmos electrónicos de sus discos.
Destinada quizás a los ciclos de arte o festivales, este Electroma demuestra nuevamente la fuerza creativa de Daft Punk con su propio estilo: minimalista al extremo, sin contener diálogos, con una excelente estética y mejor banda sonora.
Ojalá que a partir de este Electroma, además de buena música sigan haciendo cine también.