No habrá paz para los malvados
Madrid, año dos mil y pico.
Un domingo cualquiera, otro más, el inspector de policía Santos Trinidad de camino a casa, ya muy borracho, se ve involucrado en un triple asesinato. Pero hay un testigo que consigue escapar…y podria incriminarle.
Santos Trinidad inicia la caza del hombre, emprende una investigación destinada a localizar y eliminar al testigo. Mientras tanto la juez Chacón, encargada de la investigación del triple crimen, avanza meticulosamente en la busqueda del asesino.
Ambos Santos y Chacón, van a descubrir que nada es lo que parece y lo que empieza siendo un simple caso de tráfico de drogas, desembocara en algo mucho más peligroso.
Solo Santos parece ser capaz de impedirlo, siempre que la juez Chacón no consiga detenerle antes a él.
CRITICA
Es español, sucio y desaliñado, y no se trata de Torrente, cae mal a todo el mundo, prefiere trabajar solo y posee una arma de gran calibre, y no se trata de Harry Callahan, es un policía, degradado y en continua resaca y no se trata de John McClane. Es Santos Trinidad, uno de los personajes mas duros que ha dado la filmografia de este país. Es José Coronado, que se ha olvidado de tomarse el bifidus."No habrá paz para los malvados" consigue mantenerte pegado a la butaca, con el corazón en un puño, durante las casi dos horas que dura, pero sin duda alguna, todo el peso recae sobre el personaje de Santos Trinidad, los otros personajes, incluidos los "malvados" están como de relleno, a muchos de ellos se les pierde la pista a lo largo del metraje.
Enrique Urbizu, nos hace acompañar a Santos Trinidad, por los antros y tugurios donde suenan bachatas y reggaeton, soportandolo a base de cubatas, con mucho ron y poca cola. Y en ese ritmo de que te das cuenta, ya ha pasado la película y ni te has enterado.
Otra muestra de que si se quiere se puede hacer buen cine de genero en España.