Johnny english returns
Todos hemos reído a carcajadas con Mr. Bean, con esos capítulos cortos, mudos y repletos de humor inglés e inteligente. Rowan Atkinson se desenvolvía como pez en el agua con ese papel, desplegando todo su armamento interpretativo.
Duele que todo haya llegado a este punto. Un punto en el que la imagen de Rowan cae en picado con un film como Johnny English Returns.
Secuela del Johnny English del 2003, el retorno de Juanito Inglés es, siendo finos, una castaña pilonga. Ya de por sí esta película viene con un cartel en la frente en el que se lee "probable pestiño", y nada más lejos de la realidad hace justicia a dicho cartel.
La idea era parodiar el género del espía o agente especial, y no era mala idea. Pero más que parodiar se defenestra esa figura, casi insultándola. Y eso es lo que se puede considerar Johnny English Returns, un insulto al cine, al humor y, lo que más me duele, a Rowan Atkinson.
Oliver Parker, su director, ha caído con esta obra en la cutrez absoluta, y realmente no creo que por su culpa, sino arrastrado por una historia que da vergüenza. Los gags son…bueno, mejor dicho, no son. 100 minutos de película en los que un servidor solo esbozó una leve sonrisa en dos ocasiones. Un humor estúpido y previsible, lo que provoca un rechazo a este film que, supuestamente, está pensado para hacer reír al respetable. Técnicamente no está mal, salvo algún efecto especial que parece de TV movie. Y en la banda sonora se nota por momentos una casual semejanza con la BSO de James Bond (esto sí que es un espía).
Resumiendo, Johnny English Returns es todo un despropósito. No merece la pena perder ni el tiempo ni el dinero que habría que invertir para verla. Y lo que más me duele a mi, y supongo que a más de uno, es ver como la figura de un cómico de la talla de Rowan Atkinson se ve percutida por la memez absoluta de este largometraje.
Johnny English ha vuelto. Por favor, que no vuelva más.