Noche de miedo
La noche de miedo de los 80 poseía ingeniosas situaciones, personajes bien descritos, un vampiro con clase, el entrañable Peter Vincent. Este Remake tiene un vampiro en camiseta que pone cara de malo cuando come manzanas, el Peter Vincent es un drogata de varios quilates, la madre del chaval quiere llevarse al catre al chupasangre presentado como fontanero eventual.
El director de la interesante “Una chica de verdad” Graig Gillespie se estrella con todo el equipo perpetrando una colección de planos sin sentido y perdiendo el control del Alejandro Magno Colin Farrell que se lo pasará bomba haciendo el macarra, pero que simplemente no te lo crees en todo el metraje, el Peter Vincent interpretado por el Doctor Who David Tennant es una caricatura. Sólo Anton Yelchin visto en el Castor es capaz de transmitir oficio en su papel.
La trama que no ofrece ni buenos momentos de comedia ni mucho menos terroríficos es un despropósito acuciado por efectos digitales de segunda y una puesta en escena de Telefilme. Algunos diálogos como un vampiro no piensa con claridad si lo quemas vivo son de antología. A ver cualquiera que se esté quemando vivo no creo que piense claramente.
Lo mejor es que deciden que el vecino es un vampiro sin la más mínima prueba, resulta que si faltan chavales a clase es que fueron asesinados por un hijo de Satanás.
Un filme ridículo que desprestigia la simpática propuesta original.