Arthur el soltero de oro
Voy a dejar claro, desde ya, que no he visto el film original, por si existe algún fan de la película de 1981, protagonizada por un Dudley Moore con pelazo, y por Liza Minelli. Desconozco el grado de fidelidad, respecto a la obra original, pero el remake de Arthur el soltero de oro, parece más un vehículo para el lucimiento de su protagonista, Russell Brand, que un remake al pie de la letra.
El marido de Katy Perry, interpreta a un heredero malcriado e infantil, al que obligan a contraer matrimonio con una estirada y ambiciosa joven (Jennifer Garner), para asegurar el futuro de la empresa familiar, temerosos de perder inversores, al ser el escandaloso Brand el único heredero de la fortuna familiar. La historia se completa con una joven, pizpireta (Greta Gerwig), de la que el incorregible gigoló se enamora, y una criada niñera, que ejerce de verdadera madre de Brand, interpretada por Helen Mirren.
Existen propuestas, dígamos, blandas, que si se cruzan en tu camino en el momento apropiado, te alegran el día. Es el caso de Arthur, film convencional, rutinario, pero a la vez ciertamente encantador. Y resulta vencedor, en el sano propósito de arrancar unas risas al espectador, gracias al arrollador carisma de Russell Brand. El cómico inglés es un tipejo la mar de gracioso, que más que interpretar, ha creado un personaje que explota, y al que se amoldan los papeles que le entregan. Su Arthur tiene mucho de Aldous Show (el roquero pasado de vueltas de Paso de Ti y Todo sobre mi desmadre), especialmente en sus andares, su afición a la bebida, y su tendencia a despelotarse a la mínima. Un jefazo del humor, que tiene tantos admiradores, como detractores, debido a sus excesos, que personalmente, aplaudo.
También resulta encantadora Helen Mirren. Esta mujer esta perfecta, haga lo que haga, y su papel de niñera de mano de hierro, pero de corazón de oro, consigue conmover al espectador. También merece la pena destacar a un recuperado Nick Nolte, en un divertido papel.
Es cierto, que la película se alarga un poco, que al final se cargan las tintas con el componente de comedia romántica, y se les va un poco la mano con cierto giro dramático, que parece metido con calzador, pero queridos lectores….Russel Brand es un descojono, como diría Juan Carlitros.
Film que se establece como un agradable descubrimiento, que mantiene la atención, gracias a la labor de sus principales intérpretes, y que consigue sacar, sorprendentemente, varias risotadas de volumen considerable. Además sale el imprescindible Luis Guzmán y tiene unos bonitos títulos de crédito.