Amelie
Una mágica narración nos incita a descubrir la ciudad del amor, a través de sus calles, sus gentes, aquellas pequeñas cosas que dotan sentido a la vida. Una frágil mirada, una inocente sonrisa, un susurro excitante, una suave caricia de Amelie basta para enamorarnos alocadamente de ese personaje fascinante que nos descubre Jean-Pierre Jeunet. Desde su infancia era una niña anómala que huía de la realidad para refugiarse en su mundo de ensueño, fantasía y color. La vida esta colmada de estímulos positivos y negativos, de sentimientos que producen sensaciones de bienestar y júbilo y de emociones que provocan tristeza y desánimo. Amelie es una mensajera de buen corazón, reparte alegría a todas aquellas personas que la desconocen, para hacerles sentir felicidad.
‘Amélie’ es una comedia irresistible, brillante, tentadora, capaz de seducirte y embaucarte desde el primer fotograma hasta el último. Del drama al romance en un flashback. Es una de esas películas que si eres humano, te hace reflexionar sobre las cosas importantes de la vida y te hace valorarlas. En cambio si eres un ser inerte, insensible, no sentirás nada más que el placer de admirar unas imágenes que irradian vitalidad y poderío. Todo gracias a una magistral fotografía en color de Bruno Delbonnel, basada en el brillo de la luz y en el contraste del color. Audrey Tautou esta encantadora, atrayente, adorable. Maravillosa y espléndida composición musical de Yann Tiersen.
Una obra imprescindible y de gran calado emocional.