Sospechosos habituales
Dos años después de su discreto debut en 1993 con ‘Public Access’, Bryan Singer sorprendió al público y a la crítica con éste insólito, enrevesado, intrigante, original, innovador e impresionante thriller policíaco. Contó con un presupuesto de sólo 4 millones de dólares para poder plasmar el enredado argumento de Christopher McQuarrie. Un magnífico guión, cuya intrincada trama engancha al espectador y no le suelta hasta un asombroso final que te dejará con la boca abierta. La narración está compuesta por una serie flashbacks, que poco a poco van desenmarañando una compleja e inteligente historia cargada de giros inesperados. ‘The Usual Suspects’ no sería lo mismo sin la soberbia y admirable interpretación de Kevin Spacey, en el papel de un entrañable tullido que empatiza al instante con el espectador. A destacar la agradable melodía compuesta por John Ottman, quien también se encargó del montaje.Toda una recomendable cinta de culto que te removerá las neuronas durante más de hora y media en busca de una solución. Un fascinante truco cinematográfico que te dejará con ganas de volver a ver, aunque su desenlace sea imborrable de nuestras mentes.
Lo mejor: Sin duda, Kevin Spacey.
Lo peor: Que el final no le puedas borrar de tu cabeza.