Elfen lied
Esta es la serie que me inmunizó contra casi cualquier tipo de violencia física y psicológica en la ficción.Siempre digo que seguramente este fue el metraje que le pusieron al protagonista de “La naranja mecánica” para lavarle el cerebro.
El “opening” es así como muy bonito, con homenajes a la obra de Gustav Klimt (admito que he tenido que mirar el nombre del artista en wikipedia), y ópera clásica para acompañar.
Entonces empieza el primer capítulo. La primera imagen nos muestra un brazo recién cercenado en el suelo. En la segunda imagen vemos al tío al que le acaban de arrancar el brazo, que observa horrorizado a lo que quiera que sea que le ha mutilado. La tercera imagen es un contraplano: nuestro monstruo es una mujer completamente desnuda, con la cabeza completamente cubierta por un casco conectado a un sinfín de cables. Entonces, al tío le estalla la cabeza.
A partir de ahí, no hacemos más que subir y subir el nivel de violencia. No creas que el capítulo que estés viendo es el peor de todos: el siguiente encontrará la manera de sorprenderte con el gore, o hacerte llorar aún más por las crueldades a las que son sometidas los empatizables protagonistas.
Estoy seguro de que esta obra no es lo más chocante que hay en el mercado audiovisual. Pero, desde que la vi, ya no lloro con ninguna película. No es que lo hiciera muy a menudo de todas formas. spoiler:Nota sobre la adaptación: Como muchísimos animes, este es la adaptación de un cómic manga. En este caso, el cómic dispone de 12 tomos, pero como no había sido completado cuando se produjo la animación, sólo están adaptados los 6 primeros.
Para ser más exactos, los 11 primeros episodios adaptan los 6 primeros tomos, y los episodios 12 y 13 ofrecen una conclusión libre. Eso se nota porque, sinceramente, son los capítulos más flojos de toda la serie con diferencia, con muchísimos cabos sueltos que quedan sin atar.
Me gustaría leerme los cómics si alguna vez llegaran a España, sí, por puro morbo, pero eso parece tan improbable…