Buried (enterrado)
Rodrigo Cortés es un director con muchos recursos visuales. En su anterior film se pasaba y dejaba la historia algo coja, sin mucha fuerza. Ahora, con un guión mucho más sencillo y escrito por otra persona, consigue sacar provecho de todas sus virtudes como director y consigue una cinta tensa y muy bien elaborada.
Ryan Reynolds, una Blackberry y un mechero son los protagonistas de esta historia. Paul Conroy aparece en un ataúd y no sabe cómo ha llegado hasta ahí. Es un camionero que está trabajando, en el 2006, en Irak, en las misiones de reconstrucción de la ciudad.
Con esta premisa tan sencilla y efectiva comienza una historia de supervivencia que nos dejará sin aire (nunca mejor dicho).
Un cuidado estilo y mucha inventiva a la hora de elaborar planos hace que la película transcurra sin aburrimiento durante 1 hora y 20 minutos. Sin dejar de lado los momentos de tensión y relax que hacen falta en un guión, la película tiene algún que otro momento con cierto parecido a otras películas: "Saw", "El caballero oscuro", etc…
Una buena película que ha sabido explotar una historia pequeña, economizar los recursos narrativos y potenciar mucho la emoción y la tensión.