Balada triste de trompeta
Largometraje de gran poder visual y sonoro, cargado de violencia y hemoglobina, que con imágenes impactantes nos muestra un mundo de locura, donde lo menos graciosos son los payasos.Una pequeña muestra del buen estado de salud del cine español. Con una parte final, que poco o nada tiene que envidiar a alguna producción hecha en Estados Unidos.
Original, salvaje, violenta, cautivadora, sangrienta, brutal, para un público con estómagos fuertes.