La tercera entrega de la franquicia basada en los libros de C.S. Lewis sigue sin convencer a pesar del cambio de director. Entretenidilla, pero sosa.

★★☆☆☆ Mediocre

Las crónicas de narnia: la travesía del viajero del alba (the chronicles of narnia: the voyage of th

No sé qué me pasa con esta saga, siempre digo que la siguiente no la veo y finalmente termino por caer, y lo peor es que al ver los avances me llama la atención, y claro, luego me dice alguien ir a verla al cine y no puedo decir que no. Para rematar en esta ocasión la he visto en formato 3D debido a que por horario era la que mejor nos venía, y lo cierto es que si bien queda resultón en algunos momentos, la mayoría de las veces casi ni se nota, por lo que si alguien piensa visionarla en dicho formato porque cree que molará más que sepa que está equivocado.


En esta tercera entrega (que ya no produce ni distribuye Disney, sino Fox, junto con, esta sí repite, Walden Media), Lucy y Edmund Pevensie, los hermanos pequeños, viven en un Cambridge belicoso, en la casa de su tío y con la maravillosa compañía de un primo que les considera invasores entre otras cosas. Los hermanos no dejan de suspirar por Narnia y por salir del agujero donde están metidos y, como suele ocurrir, sus deseos se convierten realidad y las pesadillas de su primo Eustace también, puesto que éste les acaba acompañando en un asfixiante viaje. En Narnia les salva el ya rey Caspian, y juntos, a bordo del Viajero del Alba, irán en busca de los siete lores desaparecidos.

El peor defecto de las dos películas precedentes era que no tenían personalidad propia, eran un batiburrillo de El Señor de los Anillos y Harry Potter, con algunos elementos típicamente disneyanos. En esta tercera entrega se puede decir que el aroma al anillo único y a varitas mágicas disminuye notablemente, así que se podría afirmar que el mayor acierto de Las Crónicas de Narnia: La Travesía del Viajero del Alba (The Chronicles of Narnia: The Voyage of the Dawn Treader, 2010) es haber encontrado esos rasgos estéticos y estilísticos que le dan una cierta personalidad, aún así, lo cierto es que esta entrega es igualmente descafeinada, como lo fueron El León, la Bruja y el Armario y El Príncipe Caspian.

Y eso a pesar de que se encarga de la dirección Michael Apted (sustituyendo a Andrew Adamson, que ejerce de productor), un director con interesantes películas en su haber como Gorilas en la niebla o Corazón trueno. Pero si el material inicial es ya de por sí insulso poco se puede hacer, y mira que hasta donde yo sé los guionistas se han alejado del texto de C.S. Lewis para darle más vidilla a la historia, pero ni así han logrado un producto notable. Sin embargo, aunque sea un trabajo bastante blando, distrae, no entusiasma, pero entretiene e incluso llega a emocionar al final.

Curiosamente, lo verdaderamente mejor de La Travesía del Viajero del Alba es el personaje que con tan sólo mirar los carteles ya no cae bien, sí, me refiero a Eustace, el primo de Edmund y Lucy, un chaval de lo más odioso, que se ve trasladado a un mundo de fantasía y que tarda lo suyo en dejar su incredulidad y escepticismo a un lado; son sus ocurrencias y egoísmo lo que da pie a los mejores momentos, y es precisamente el que otorga mayor emotividad al final (él y el otro personaje destacable, Reepicheep, el roedor).

En definitiva, Las Crónicas de Narnia: La Travesía del Viajero del Alba es igual de sosa que los dos primeros filmes de la franquicia, con la salvedad de que al verla no estás todo el rato sintiendo déjà vus, además la inclusión del personaje del primo es un añadido interesante y el final es emotivo. Recomendable para los que gustaron de anteriores entregas.

Lo mejor: -La incorporación del primo. -Los efectos visuales, tiene algunos momentos bonitos y otros espectaculares (el bicho del final).
Lo peor: -Es sosa, esta saga dudo mucho que algún día deje de ser sosa. -Tanto simbolismo e implícitos mensajes
publicado por Raul Neovallense el 10 enero, 2011

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