El demonio bajo la piel (the killer inside me)
La mosquita muerta de la familia Affleck gana cada vez más terreno a su cada vez más decadente hermano Ben Affleck. Este chico de pequeña voz y sonrisa inquietante parece encontrar su sitio en el thriller policíaco-dramático.
Pero aunque lo mejor del film es su protagonista y el proceso que experimenta como asesino, la cinta cuenta con una dirección atractiva que torea entre la tragedia y el humor negro. El director Michael Winterbottom corre a golpes el maquillaje de su reparto femenino (Jessica Alba y Kate Hudson) sin ninguna piedad.
La temática se mueve por la psicología de un asesino en la América profunda en el Texas de los 50, pero marca con fuego un tema muy peliagudo: La violencia de género. Puede que sean solamente dos o tres escenas dolorosas, pero el alto grado de crueldad supera lo visto hasta ahora.
El director nos sienta al lado del protagonista, el más malo de todos, durante toda la película. Affleck se muestra amenazante hasta en los momentos más insospechados, con esa cara de niño bueno que Winterbottom ha encontrado con tanto acierto.
En resumen, una trama interesante con un papel protagonista fundido en la piel del actor. No apta para público sensible con el tema de la violencia contra la mujer, ya que aunque la realidad siempre supere a la ficción, hay escenas que se ensañan demasiado. Pero claro, para hacernos creer que su protagonista es un niño malo, había que ponerse explícitos. Ahora ya sabemos quien eres, pequeño Affleck.