Machete
Tal vez sea yo, que me estoy haciendo mayor, pero las gamberradas en el cine deberían ser cada vez más sofisticadas y menos burdas y estúpidas. Robert Rodríguez, el director que se presentó con una peli de acción barata, no ha parado de hacer lo mismo desde que se asentó en Hollywood. Con amigos como Tarantino, no se puede evolucionar mucho, y Rodríguez ha demostrado que le gusta hacer tonterías para probar efectos especiales.
Machete es una película que hace 10 años hubiera tenido su gracia, pero ahora resulta hasta rancia. Su único reclamo es su reparto pero tras haber visto la película, que alguien como Robert de Niro haga lo que hace en esta peli (ahora tiene en cartel la enésima entrega de "Los padres de…") me llena de desesperanza. Hay muchos que pregonan el fin del cine, y películas como ésta les dan la razón.
Rodríguez, todo sea dicho, nunca fue de guión. Más bien de dirección y no pidas mucho más. Sabe montar secuencias de acción y rodar matanzas originales, pero ahí se queda la cosa. Machete se supone que es una crítica a la dureza de USA contra los mexicanos inmigrantes ilegales, pero la película intenta hacerse tanto la interesante que hasta olvida reirse de si misma y se convierte en un bodrio mayor aún.
Rodríguez está encantado de haberse conocido y no quiere evolucionar. Está bien, que haga lo que quiera, que yo a partir de ahora haré lo propio: no ver ni una sóla peli suya para no perder más el tiempo.