Cine formula de la dupla Morel/Beeson que realizaron anteriormente “Taken”. Se echa de menos el ingenio utilizado en anteriores trabajos donde se mezclaba la rapidez pero con algo de sustancia que no existe acá.
Desde paris con amor
Podría ser el segundo acto después de “Taken” de parte del director Pierre Morel y Luc Besson, donde nuevamente una estrella de Hollywood cruza el atlántico para rodar en Francia con la formula de acción trepidante, conspiraciones y muchos muertos que siempre encuentran seguidores. Esta vez John Travolta es Charlie Wax (John Travolta), un singular agente secreto estadounidense que debe llevar a cabo una misión de alto riesgo en París relacionada con el terrorismo y el tráfico de cocaína. Su nexo allí es James Reece (Jonathan Rhys Meyers), un empleado de la embajada gringa en ese país y que es el antagonista de Wax que tiene gatillo fácil y mata a alguien antes de preguntar por su experticia, ambos recorren una serie de lugares regando muertos en búsqueda de los cerebros de la conspiración hacia unos políticos que visitarán la ciudad. Recce le miente a su novia de su nuevo trabajo, un verdadero guía de un asesino que asemeja el intervencionismo que existe en diferentes latitudes, lo que parece un despropósito desde ese punto de vista. Es imposible que la cinta aburra, la edición y la frecuente peleas, balaceras y persecuciones no dan tiempo para percatarse que es un producto realmente desechable y reiterativo. El arte viene por el lado de arte de camuflar esta sonsa película, con puros balazos sin sentido. Desde el inicio y hasta el pronunciado final, de lo más terrible que recuerdo, no queda otra que acomodase y terminar de verla más por curiosidad y ver como astros por dinero se prestan a estas liviandades. El Travolta de "Pulp Fiction" o "Get Shorty" no existe, esta solamente presente el de las películas de John Woo pero calvo. Por sus parte Rhys Meyers que todavía no me lo borro de la excelente “Match point” de Woody Allen, es una perfecta caricatura donde hasta su atractivo se ve afectado por el sonso trabajo. Es sencillamente desvergonzada la película.