Star Trek
La undécima entrega cinematográfica de Star Trek (J.J. Abrahams, 2009) nos remite al primer viaje de la famosa tripulación de la nave Enterprise. La película se centra especialmente en la relación, en principio de rivalidad y luego de amistad, entre el capitán Kirk y el señor Spock. El primero es el típico rebelde sin causa con madera de líder mientras que el vulcaniano es presentado como una especie de niño prodigio incomprendido.
Sin que llegue a ser una gran película de ciencia ficción, varios aspectos la diferencian de sus predecesoras. En esta ocasión es más trepidante y tiene más efectos especiales y escenas de acción de lo que suele ser habitual en la saga. Si bien en anteriores entregas daba la sensación de ser más de lo mismo y de ver reminiscencias a las películas anteriores, en esta ocasión también existe la sensación de no ser algo nuevo en general pero sí dentro de la saga en particular, es decir, se ven reminiscencias a otras películas pero no de Star Trek. Por ejemplo la historia de la escuela de cadetes espaciales y su primer combate a bordo de una nave guarda cierto parecido con Starship Troopers (Paul Verhoeven, 1997). Por otra parte el personaje de Kirk en plan enfant terrible perseguido por la sombra de su padre que era piloto y murió heroicamente en combate, recuerda bastante al personaje de Maverick interpretado por Tom Cruise en Top Gun (Tony Scott, 1986), incluso hasta tiene moto y todo.
En general una película de aventuras galácticas muy entretenida de la mano del director de Mission:Imposible III. A destacar la presencia de Eric Bana encarnado al malo de la función, y a Winona Ryder como la madre de Spock.