Historias mínimas
Este trabajo premiado en el 2002 especialmente por el jurado en el Festival de San Sebastián es una película de pretenciones simples que se sitúan al fin del mundo, específicamente en la patagonia argentina. Es una película entrañable de personas pequeñas o mínimas. Una historia agridulce del director Carlos Soria que se inspiro en unos comerciales que preparaba donde quedo prendado de los paisajes de la patagonia de su país un lugar bello desconocido para muchos, eclipsado por el gran Buenos Aires que suele conocerse por todo el mundo.
Son tres historias que concuerdan en tiempo y lugar . Primero la de de don Justo, de 80 años, dueño retirado de un bar de carretera que ahora esta a cargo se su hijo que lo cuida pero emprende rumbo para buscar a su perro que ha desparecido hace un tiempo y al que alguien dice haber visto en San Julian, otra localidad. Hace el viaje gracias a la voluntad de los viajeros y camioneros, a quienes conoce desde hace tantos años, lo irán acercando a él y el cierre de su propia historia pendiente. La otra es la de Roberto, un cuarentón y vendedor viajero hace el mismo viaje en su viejo coche, llevando un incómodo cargamento: una torta de crema con figura de balón de fútbol encargada especialmente para el cumpleaños del hijo de una mujer joven, viuda reciente de uno de sus clientes en la zona que quiere favorablemente impresionarla. Por último, María Flores, 25 años una mujer humilde, que se ha enterado que ha resultado ganadora en el sorteo de un programa de TV local, cuyo premio mayor es una desconocida procesadora de cocina dpdne concurrirá con sus bebe y sin dinero. La cinta se atreve con un argumento tan sencillo, impresionar gratamente con estas historias pequeñas pero que se hacen grandes cuando captas la humanidad del relato, seres de carne y hueso que pasan por nuestro lado y simplemente no los vemos. Sorin con su calma habitual cuenta con un aliado fundamental que es la inmensidad de la patagonia donde los humanos se ven más mínimos, de relaciones simples, alejados de las urbes donde todo se ve más complejo. Acá la simpleza y la honestidad son la tónica que la hace un film imperdible. Los actores Javier Lombardo, Antonio Benedictis, Javiera Bravo, Laura Vagnoni, Mariela Díaz, entre otros, son notables.
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