El pecado de ser distinto en una sociedad de clones
Ben x
Ser distinto en el presente puede ser una gran cruz para el propio ser y su entorno inmediato. Toda la aparente perfección y la necesidad de denostar sobre todo a una edad que todavía se esta en el aula es el tema que se somete en esta cinta que narra la historia un jóven llamado Ben, victima de las bromas y crueldades de los matones de la escuela lo cual trasforma esta rutina en un gran martirio. Pero ante la aparente fragilidad y vulnerabilidad de Ben se esconde una inteligencia superior al promedio. Su refugio es su habitación, se sienta delante de su computador y surge su alter ego digital, el Ben amo y señor del juego online favorito de millones de adolescentes, incluidos los que lo atormentan. Gracias a esta práctica se evade de la realidad y logra mantenerse con su ego interior intacto. Acá es héroe y antagonista de su propia realidad la cual niega a enfrentarla al igual que su familia. Incluso tiene una chica online la cual no se atreve a conocer más que en la línea. La cinta se plantea como un drama, un castigo permanente o bullyng que ahoga al espectador que es testigo de varios abusos y que incluso opera desde las redes sociales. Las burlas y videos de teléfonos móviles tan comunes acá que son una alerta de la cinta plantea a los padres y profesores. Cuidado con sus alumnos, no pasar por alto a los distintos, callados y más inteligentes del promedio que en muchos casos son castigados física o psicologicamente por los supuestos fuertes pero que en realidad son los débiles que no soportan a alguien que difiera de la masa. Esa es una de las premisas del film La película belga ganó tres premios en la 31ª Montreal World Film Festival: la Prix du Public para la película más popular, y la Ecumenical Jury Prize por su exploración en los valores éticos y sociales. Está basada en la novela Nothing was all he said de por Nic Balthazar, quien de hecho dirigió la película. La novela fue inspirada por la historia real de un chico que se suicidó debido al bullying que sufría con sus compañeros de clase. Un gran tema de debate desarrollado con algunas extravagancias en su puesta en escena mezclando sabiamente el mundo digital de Ben con lo que le ocurre en la vida diaria. Es un desafío para los sentidos que gusta pero a la vez te lleva a la reflexión y ahogo por un grito desgarrador del muchacho. El final que obviamente no se puede contar es sorprendente, bello y te llama a la reflexión.