Buried (enterrado)
El escenario es sólo un simple ataúd, un actor, simplemente es un experimento suicida. El guión circulaba sin destino, algo normal. Ningún realizador quería saber nada sobre algo escrito por un demente a todas luces imposible de rodar. En estas aparece un desconocido con un título a sus espaldas. Me refiero a concursante que ya demostrara aspectos interesantes en el trabajo de Cortés. Encima logra fichar al protagonista de Adventureland el gran Ryan Reynolds que realiza una de las interpretaciones más impactantes de los últimos tiempos.
La radicalidad de la propuesta tampoco es que sea genuinamente novedosa, es decir tanto en Llamada Perdida o la cabina, los actores Colin Farrell y Jose Luis Lopez Vazquez, se enfrentaban a situaciones límites en un solo escenario, la radicalidad de Buried es que nos tenemos que convencer que mientras en otro ejemplos como los comentados, teníamos un entorno menos claustrofóbico, también se desarrollaban otro tipo de acciones en el exterior. Este no es el caso, un móvil junto a las conversaciones que el absoluto protagonista mantiene en pos de la supervivencia es el único núcleo con la sociedad exterior que mantiene el filme.
Tras visionarla en un par de ocasiones, sigo sin entender como el canario se las puede ingeniar en pos de regalas varios planos panorámicos o la utilización magistral de un travelling. Un curso acelerado de verdadero manual cinematográfico en montaje, puesta en escena, distintas formas de iluminación y colores varios registrados en su soberbia fotografía. Los títulos de crédito junto a la soberbia banda sonora nos transmiten al universo del maestro Hitchcock.
Enterrado es un filme cronológico que se asocia directamente con el espectador. Por una vez es tratado con respeto, no se mofa de la inteligencia de la platea. El juego es sencillo, todo consiste en meternos dentro de la situación del personaje principal. Creíble en todo momento, la verosimilitud de tan extrema situación nos lleva a pensar que cualquiera de nosotros pudiese ser ese desdichado, entonces puedes sentir el sudor, el miedo o la desesperación y sobre todo una agonía lente, realmente terrible. Cada conversación telefónica nos deja claro que sólo somos unos números para el sistema, que detrás de una línea la ayuda es realmente desafortunada. Como trabajadores a la empresa que nos paga, se pueden lavar las manos a las primeras de cambio, tan sólo les importa su imagen, nuestro sufrimiento e incluso muerte si no eres alguien importante poco afecta.
Buried logra sobradamente el cometido de angustiarte de principio a fin, por si fuera poco te hace reflexionar. Algo realmente difícil en el cine actual. Sólo una pega. No creo que un móvil con poca batería pueda aguantar tantas llamadas. En fin un mal menor pues de alguna forma debía avanzar la trama.